Tres plazas del centro son hogar de las ratas

Tres plazas del centro son hogar de las ratas

Un monitoreo realizado por expertos en control de plagas reveló que hay cuevas de roedores en las plazas Alberdi, Independencia y Urquiza. Viven en huecos de los árboles y arriba de las palmeras.

LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
06 Diciembre 2012
Ven muy poco, pero son ágiles y sigilosas. Prefieren el silencio y la tranquilidad. Por eso se amparan en la noche. Los huecos en los árboles, entre otros lugares, son sus guaridas perfectas. Y entre los residuos que deja la gente encuentran el alimento. Todo esto hace que algunas de las plazas del centro de la ciudad se hayan convertido en hogar de las ratas.

A mediados de este año, Oscar Alfredo Palacios y Francisco Callejas, presidente y asesor técnico de la Cámara de Empresas de Control de Plagas de Tucumán, respectivamente, realizaron un monitoreo por pedido -según dijeron- de la Municipalidad. Analizaron las plazas Independencia, Alberdi, San Martín, Decididos de Tucumán (ex Rivadavia) y Urquiza. El estudio consistió en buscar indicios de la presencia de estos roedores: cuevas, nidos, pelos y excrementos, entre otros signos.

"Encontramos cuevas en la Alberdi, en la Independencia y en la Urquiza", detalló Palacios. "El roedor puede vivir en los alrededores e ir a comer a la plaza o vivir en la plaza e ir a comer a los alrededores. El hecho de que haya cuevas quiere decir que habita en la plaza. La mayoría está en el sector intermedio de los paseos, entre el centro y las veredas. Porque es donde menos movimiento hay", especificó el ingeniero agrónomo.

De las tres, la que más cuevas posee es la Alberdi, según la Cámara (se creó en marzo de este año). "Existe un gran problema: los terrenos del ferrocarril que están enfrente. Seguramente, las ratas cruzan desde esos predios a la plaza y viceversa. La Urquiza es la menos afectada, quizás por las obras de remodelación que se hicieron hace poco", aventuró.

El presidente y Raúl Consonni, otro de los directivos de la Cámara, explicaron que la presencia de estos roedores en los paseos públicos se debe a varios factores. Por un lado, se alimentan con los desperdicios de comida que dejan las personas. Por el otro, admiten que en estos espacios es tremendamente difícil erradicarlas. "Es muy peligroso colocar veneno, porque puede quedar al alcance de las personas y de las mascotas", destacó el primero.

De todos modos, hay un método que ellos creen que puede ser efectivo: "Una posibilidad es atar a las ramas de los árboles tubos de plástico de 30 centímetros de largo por 10 de diámetro. Se les puede colocar el veneno fijado con alambres. Eso se llama cebadero", detalló el presidente.

Es que las ratas no solo se mueven por el suelo. En la ciudad habitan dos especies mayoritarias. La rattus norvegicus, conocida también como "rata de alcantarillas", porque anda en el suelo (es parda), y la rattus rattus (negra); es a la que le dicen "de los tejados", porque se mueve en las alturas.

Dificultades para anidar

En la Municipalidad admiten que hay roedores en las plazas (especialmente en aquellas en las que crecen palmeras, porque anidan en ellas). De todos modos, aseguran que se realizan controles para evitar su proliferación.

"Mantener las plazas limpias, ordenadas y con el césped corto es una medida que permite minimizar la presencia de roedores. Si se levanta la basura, las ramas y no se dejan elementos tirados, es muy difícil que puedan anidar", manifestó el director de Espacios Verdes, Pablo Bulacio.

Indudablemente, las ratas generan problemas en los paseos públicos. Por un lado, muerden los cables y pueden causar daños. Por el otro, existe la posibilidad de que la orina contenga bacterias que afecten al ser humano. Además, si les falta el alimento cruzarán a los inmuebles de los alrededores, dijo Palacios.

La rata es granífera por excelencia, explicaron los controladores de plagas. A pesar de lo que muchas personas creen, no come ni papel, ni cables, ni madera. "Tienen tres necesidades básicas. La primera es alimentarse. Si no encuentran granos ingieren hidratos de carbono, frutos, semillas diversas. En definitiva, alimentos. En segundo lugar, necesitan gastar los incisivos. Entonces, muerden los cables, la madera u otras superficies duras. Por último, se reproducen. Y pican papel para crear sus nidos. No lo comen", especificó el presidente de la Cámara.

En conclusión, la presencia de papel picado por una rata en algún sector de la casa es una advertencia: significa que está por anidar en esa zona.

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