Argentina pierde reservas y otros países las ganan

Argentina pierde reservas y otros países las ganan

El balance del Banco Central se deteriora porque cada vez hay más billetes en pesos y menos en dólares. Según un informe elaborado por Economía & Regiones, la Argentina está en negativo en el terreno de la acumulación de reservas con respecto a los principales países de América del Sur

PREVISIÓN. La acumulación de reservas en los bancos centrales sirve de seguro para amortiguar los efectos negativos de las crisis internacionales. DYN (ARCHIVO) PREVISIÓN. La acumulación de reservas en los bancos centrales sirve de "seguro" para amortiguar los efectos negativos de las crisis internacionales. DYN (ARCHIVO)
25 Noviembre 2012

La Argentina pierde reservas desde 2010 y al mismo tiempo el balance del Banco Central se deteriora. Es decir que este balance tiene cada vez más deuda (o pasivo) y menos activos monetarios. Asimismo, cada vez hay más billetes y monedas en pesos, pero menos dólares, lo que deteriora la cobertura de la base monetaria, sostiene un informe de la consultora Economía & Regiones.

La teoría económica y la evidencia empírica avalan la postura que sostiene que no es necesario que la base monetaria de un país central tenga respaldo en divisas. Estados Unidos es el ejemplo paradigmático en este sentido. De hecho, luego de la crisis de Lehman Brothers, la Reserva Federal expandió su base monetaria casi 300% y nunca a nadie se le ocurrió preguntar por sus reservas en oro. Pero este es el punto fundamental. La cobertura de la base monetaria es función de la demanda de dinero. Cuanto más sólida sea la demanda de dinero, menor tendrá que ser la cobertura.

En el extremo -agrega el estudio-, si la demanda de dinero tendiera al infinito, no haría falta ninguna cobertura. Justamente, este sería el caso de EEUU, cuya demanda de dinero tiende hacia el infinito en épocas de gran turbulencia económica mundial, porque todos los agentes económicos se refugian en el dólar. En las antípodas se encuentra el caso argentino que tiene cinco cambios de signo monetario, dos hiperinflaciones, la quita de 13 ceros a su moneda y el quebranto de la convertibilidad en los últimos 40 años. La demanda de dinero en Argentina es muy débil, por ende sí es importante que haya cobertura de la base monetaria.

Además, para el caso de los países emergentes, la acumulación de reservas sirve de "seguro" para amortiguar los efectos negativos de las crisis internacionales, o el impacto nocivo de una reversión de los términos de intercambio. En este sentido, la acumulación de reservas es un instrumento funcional a las políticas contracíclicas. A su vez, la acumulación de reservas también contribuye positivamente a que los programas de metas de inflación logren los resultados previstos, permitiendo bajas expectativas y niveles de inflación que son fundamentales para la inversión, la acumulación de capital y la tasa de crecimiento a largo plazo.

Según la consultora que dirige el economista Alejandro Caldarelli, todos los países de la región han aprovechado el favorable contexto internacional, que se caracteriza por precios de commodities históricamente elevados y fuerte IED (inversión externa directa), acumulando reservas durante los últimos años. De hecho, todos los bancos centrales de la región experimentaron un aumento de sus reservas en torno al 6% / 25% en el último año.

Puntualmente, el caso extremo es el de Perú, en donde las reservas aumentaron 25% en los últimos 12 meses. Por el contrario, Argentina es el único país de la región cuyo banco central pierde reservas: -9% en doce meses.

¿Por qué la Argentina pierde mientras todos los países de la región ganan reservas? Este comportamiento diferencial de las reservas en nuestro país es consecuencia de las inconsistencias de la política económica, agrega E&R. Las reservas se fugan porque aplicamos una política económica no sustentable. Los países de la región que le prestan atención a la inflación implementan políticas contracíclicas: ahorran en épocas de "vacas gordas" y son cuidadosos a la hora de gastar en épocas de "vacas flacas". Paralelamente, son prudentes con el manejo del ritmo de expansión monetaria y de la política cambiaria, que utilizan para amortiguar las oscilaciones del nivel de actividad y la inflación.

Todo lo contrario

En la Argentina se hace todo lo contrario -señala el estudio-. Se ignora la inflación y siempre se aplican políticas desmedidamente expansivas, tanto fiscales como monetarias. Además, se hace política fiscal permanentemente expansiva, financiada desde 2012 sólo con emisión monetaria, con un Banco Central que emite al 37% interanual, en un marco de 25% de inflación (según el Congreso) y tipo de cambio cuasi fijo. Además, se pagan vencimientos de deuda (un flujo) con reservas (stock finito). El resultado es pérdida de reservas y deterioro de la cobertura de la base monetaria.

Lógicamente, en la región sucede lo opuesto. Si emiten poco y se acumulan reservas, la cobertura del pasivo monetario aumenta. En el gráfico se aprecia como la cobertura de la base monetaria mejoró en muchos países de la región durante los últimos 12 meses. Argentina es la única excepción, concluye el informe.

Cifras a tener en cuenta

Caída de casi 5% del stock de reservas en 2012.- Este año, el Gobierno necesitaría U$S 7.600 millones para hacer frente al cupón PBI (U$S 2.700), al pago de los intereses en dólares a los acreedores privados y organismos internacionales (U$S 2.600), y a las amortizaciones de capital neto de la refinanciación intra-sector público y con organismos (U$S 2.300). Considerando el superávit comercial (U$S 14.000) y el resto del balance de pagos, el stock de reservas caería casi un 5% y quedaría en torno de los U$S 44.000.

Un 6% menos el próximo año.- En 2013, el Tesoro absorbería unos U$S 5.000 millones de reservas del Central para honrar los intereses de la deuda (U$S 2.800 millones), más las amortizaciones netas (U$S 2.200 millones), puesto que no pagaría el cupón PBI y podría refinanciar amortizaciones con organismos internacionales y con el sector público por U$S 2.700 millones. Teniendo en cuenta el resto del balance de pagos, el stock de reservas se reducirá un 6% aproximadamente, cerrando en torno de los U$S 41.255 millones.

En 2014 serán necesarios U$S 5.000 millones.- En 2014, el Gobierno necesitará U$S 5.000 millones: para pagar intereses (U$S 2.200 millones), el cupón PBI (U$S 2.600 millones) -dado que suponemos que el crecimiento de 2013 alcanzará un 3,4%, superando el umbral de 3,26%- y deuda neta (U$S 200 millones). En este año, las reservas se reducirían un 7% y quedarían en torno de los U$S 38.406 millones.

El tesoro precisaría U$S 7.300 millones en 2015.- Por último, en 2015 -suponiendo que el cupón no se paga porque el crecimiento 2014 es menor- el Tesoro necesitaría U$S 7.300 millones: para pagar intereses (U$S 2.000 millones) y amortizaciones netas (U$S 5.300 millones). Las reservas caerían casi un 10% y quedarían en torno de los U$S 34.666 millones.

Deuda del tesoro entre 2013 y 2015.- Por el lado de los pesos, la emisión monetaria del BCRA para financiar al Tesoro continuaría a un ritmo similar al actual. La deuda del Tesoro con el Banco Central aumentaría 14.4% (2013); 2.2% (2014) y 21.8% (2015), pasando de $ 55.852 millones (2012) a $ 95.069 millones (2015). De aquí a que termine el actual mandato presidencial, la deuda del Tesoro con el BCRA acumularía un incremento adicional de 70.2%.

Fuerte deterioro.- Continuar pagando con emisión monetaria y reservas implicará un fuerte deterioro del balance del Central entre 2013 y 2015. Así, la relación reservas internacionales/base monetaria se deterioraría entre 40 y 43 puntos porcentuales adicionales.

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