Agresividad en Internet

Luego de la realización de un estudio (monitoreo y análisis de comentarios agresivos, positivos y neutros en redes sociales y medios de prensa digitales) es posible afirmar que estamos en presencia de una manifestación digital de mobbing (Mobbing Online) o frente a conductas grupales agresivas manifestadas mediante insultos a distancia contra personas que forman parte de la contingencia diaria o noticiosa.

Estos ataques grupales online son gatillados por focos sociales específicos; ideológicos, fanatismos deportivos, gustos musicales, personajes públicos, a particulares y corporativas.

La dinámica que reúne a agresores y difamadores online, se funda en la siguiente premisa: "Los enemigos de mis enemigos, son mis amigos".

La palabra Mobbing proveniente de la etología animal: refiere a conductas de ataque por parte un grupo de animales, en contra de un único animal. Esto, con fines de supervivencia.

La finalidad de estas conductas estaría relacionada con aspectos psicológicos de tipo compensatorios, o aquellos en que el beneficio secundario de quienes insultan a distancia es obtener la aprobación de un grupo que piensa y siente de igual manera (sentido de pertenencia).

A este grupo de personas les provoca placer el ejercicio del poder en contra de otros, que no pueden defenderse.

Quienes utilizan los medios digitales para criticar, atacar, insultar u hostigar a otros a distancia, en su mayoría son usuarios recurrentes de las redes sociales (casi siempre son los mismos).

Son personas prejuiciosas, ideologizadas, cerradas, frustradas, resentidas, impulsivas, narcisistas y poco conscientes, respecto de los efectos psicológicos adversos que provocan los insultos en quienes los reciben: el daño también se extiende a la familia de los difamados por Internet.

Las conductas de mobbing online forman parte de la rutina (costumbre) de quienes las ejercen. La agresividad cotidiana que se proyecta en Internet, deriva en gran medida de los mismos "perfiles web".

La agresividad en Internet no hace distinciones significativas entre; edad, sexo, ocupación o nivel socio-cultural.

Varían sus formas y sistematicidad, pero el fondo siempre es el mismo: La subjetividad racional, la impulsividad, la carencia de asertividad y la falta de empatía por parte de quienes esperan o buscan el momento preciso para denostar, despotricar o criticar sin el afán de ofrecer soluciones concretas. Confunden libertad de expresión con el derecho a insultar de manera impersonal, sin dar la cara, a cualquiera y en cualquier momento.

Quienes se proyectan socialmente agresivos y violentos en Internet, no logran a comprender que toda la información negativa que se "genera" en la web permanece a través del tiempo, muchas veces no acepta retractaciones (borrado de contenidos) lo cual, podría terminar inclusive condicionando oportunidades laborales en el corto plazo.

"Muestra como te expresas en Internet y te dirán quien eres".

Lamentablemente, una de las principales conclusiones del estudio tiene que ver con la disminución y potencial "extinción" de los troles (anónimos) y la consolidación de la agresividad online como una manera común de relacionarnos diariamente.

A modo de reflexión: como sociedad deberíamos llegar a comprender que el cultivo / desarrollo temprano de la empatía y la asertividad son tanto o más importantes que la enseñanza de la historia, las ciencias naturales y las matemáticas.