Quejas por el trato a imputados de la megacausa

Quejas por el trato a imputados de la megacausa

"Los alojaron en máxima seguridad, que es una unidad de castigo", dijo la abogada de una decena de acusados en "Arsenales II-Jefatura II". El juicio más grande por delitos de lesa humanidad de los hasta aquí celebrados comenzará en octubre. "No lo dejan ni dar misa".

03 Septiembre 2012
Una veintena de imputados por crímenes de lesa humanidad pasaron su primer fin de semana en la cárcel de Villa Urquiza. Los 21 acusados fueron detenidos durante las primeras horas del viernes por orden del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán (TOF), ante el inminente comienzo -se iniciarían el 1 de octubre- de las audiencias por la megacausa "Arsenales II-Jefatura II" (acumuladas).

Tras conocerse la novedad, proliferaron los avales de los querellantes, familiares de víctimas y organismos de Derechos Humanos. Sin embargo, también hubo algunas expresiones de rechazo.

"Se están violando artículos de la Constitución Nacional y los derechos humanos de nuestros defendidos ¿Quieren matarlos antes del proceso?", criticó Julieta Jorrat. La abogada patrocina a 10 de las personas sospechadas de haber participado en secuestros, torturas y asesinatos durante la última dictadura en esos centros clandestinos de detención.

Jorrat consideró que la Justicia cometió irregularidades durante el proceso previo al inicio del juicio.

"Mis defendidos estaban en libertad, sin custodia y se presentaban cada vez que se los requería. Nunca salieron de la provincia, son ancianos y, en su mayoría, están enfermos. Se está haciendo una condena anticipada y ellos deben permanecer en libertad hasta que haya un fallo que diga que son culpables. Cada imputado debe ser valorado particularmente, no en conjunto", denunció la ex concejala de Las Talitas.

La letrada criticó la magnitud del operativo de traslado de los imputados desde la sede de Gendarmería hasta la penitenciaría. "No sólo los tuvieron sentados desde la mañana hasta la noche porque no había capacidad en Villa Urquiza, sino que los alojaron en máxima seguridad, que es una unidad de castigo. Corren riesgo sus vidas y responsabilizamos por ello al Estado", reclamó.

Entre sus representados está el capellán José Mijalchyk. "No lo dejan ni dar misa, cómo van a prohibirle eso", manifestó.

Jorrat presentó recursos de Habeas Corpus para el resguardo de sus clientes. "De antemano sabemos que la respuesta es negativa, esto es una condena política, no jurídica. Además, dejaron entrar a los gendarmes armados en la cárcel y también ingresaron las mujeres detenidas", concluyó.

Dos veces por semanaGraciela Maldonado, sobrina del ex policía Oscar Gómez, pidió que se considere la edad de su familiar (81 años). "Sufrió un ACV y se pierde. No sabe por qué lo llevaron ni dónde está. Fue muy doloroso ver el operativo. Nos dicen que está comunicado pero podremos verlo dos veces por semana nada más", lamentó. Ana Bejas, sobrina nieta de Gómez, también se quejó: "nos aterra lo que pasa. Pueden hacerlo con otra persona. Sólo lo hacen para decir que hay justicia. No dejan que se defienda". Su hermana Luciana opinó que "tiene derecho a ser tratado como ser humano; no hizo nada".

La medida determinada por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas (disidencia parcial) y Juan Carlos Reynaga es uno de los últimos pasos antes de que se fije la fecha del comienzo del debate. La orden de detención y traslado al penal alcanzó a los imputados (42 en total) que no estaban presos. En la provincia se encontraban 21, mientras que los que están en otras ciudades serán recluidos en cárceles locales. La determinación fue para garantizar la presencia de los acusados en las audiencias.

"Arsenales II-Jefatura II" será el sexto juicio oral que se celebrará en el TOF local. Sin embargo, es el primero con características de una megacausa dado que incluye un número inédito no sólo de sospechosos, sino también de víctimas (235) y de testigos (200).

Entre otros, en el banquillo estarán el ex jefe del III cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez y el escribano Juan Carlos Benedicto, que estuvo fugado durante seis meses.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios