EEUU corre el riesgo de tener su propia década perdida

EEUU corre el riesgo de tener su propia década perdida

21 Septiembre 2011
Por Steven C. Johnson
Analista de la agencia Reuters

NUEVA YORK.- A medida que la economía estadounidense camina desganada hacia otra recesión y disminuye la confianza en las autoridades, los inversores están asumiendo la idea de que el país podría estar ya desde hace años inmerso en una década perdida al estilo de la vista en Japón.

De ser así, los próximos años podrían resultar muy duros. Los hogares estadounidenses, a diferencia de los de Japón, tienen grandes deudas y pocos ahorros, mientras que los déficit fiscales han reducido el apoyo político para el tipo de estímulo público que implementó el país asiático.

En pocas palabras: en un período prolongado de lento crecimiento, la economía estadounidense apenas tendría un reducido margen para errores. "Yo estoy más convencido de que estamos encaminados en esa dirección", dijo Scott Mather, gerente de portafolio de Pimco, el mayor fondo de bonos del mundo. "Incluso podríamos tener momentos más duros que los que experimentó Japón", afirmó.

No todos los economistas creen que Estados Unidos repetirá la experiencia japonesa, pero los mercados han estado dando señales de alerta. Tres años después del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años está luchando por mantenerse encima del 2%, mientras que las acciones han caído en forma sostenida desde abril.

La producción económica estadounidense durante el segundo trimestre del 2011 aún tiene que superar el nivel visto antes del inicio de la crisis en el 2008 y no lo haría pronto: los economistas consultados por Reuters ven una en tres posibilidades de una nueva recesión el próximo año. "Las turbulencias financieras de los últimos tres o cuatro meses han estado marcadas por el hecho de que el mercado se está haciendo a la idea de un período prolongado de lento crecimiento", dijo Andrew Scott, profesor de economía en la London Business School. "Con los hogares pagando sus deudas y no consumiendo, es difícil ver de dónde saldrá el crecimiento", agregó.

Mal diagnóstico

Impulsar las exportaciones -un objetivo del Gobierno de Barack Obama- no será fácil, dado que la mayor parte del mundo desarrollado también está en problemas. Japón, Gran Bretaña, Suiza, China y otros países ven con recelo que sus monedas se aprecien demasiado frente al dólar.

Eso significa que Estados Unidos no puede depender de la debilidad del dólar -de hecho la crisis en Europa ha apreciado al dólar frente al euro- para fomentar sus exportaciones. "Japón (en la década de 1990) tenía un mundo en auge y ellos son una economía orientada a las exportaciones y pudieron sacar provecho de eso", explicó Mather. Y mientras los hogares japoneses eran ahorristas netos, los consumidores estadounidenses se apoyaron por años en las alzas de los precios de sus casas para financiar su gasto, una opción que desapareció cuando estalló la burbuja inmobiliaria.

"Tendremos suerte si lo hacemos tan bien como lo hizo Japón, porque ellos al menos tenían efectivo para transitar la situación", dijo Michael Cheah de la firma SunAmerica Asset Management.

Algunos economistas sostienen que tanto Japón como Estados Unidos realizaron un diagnóstico equivocado de sus males económicos. Cuando estallaron las burbujas, un sector privado endeudado -empresas en el caso de Japón, familias y bancos en Estados Unidos- se concentró exclusivamente en pagar sus deudas.

En esos casos, incluso bajar las tasas de interés a cero, como hicieron los bancos centrales de ambos países, no logra impulsar la actividad porque no hay demanda por préstamos. "Ahí es cuando la economía clásica que se enseña en las universidades sale por la ventana", dijo Richard Koo, economista jefe de Nomura Research Institute y autor del libro "El Santo Grial de la Macroeconomía: Lecciones de la Gran Recesión de Japón".

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