Las protestas estudiantiles jaquean al gobierno de Piñera

Las protestas estudiantiles jaquean al gobierno de Piñera

Prometen U$S 4.000 millones en inversión, pero no logran aplacar los reclamos. En el oficialismo hablan de un cambio de gabinete. Críticas desde la oposición y de los grupos juveniles. "Este Chile segregador".

EN VALPARAÍSO. Un grupo de estudiantes secundarios tiran almohadones, como parte de sus protestas. REUTERS EN VALPARAÍSO. Un grupo de estudiantes secundarios tiran almohadones, como parte de sus protestas. REUTERS
15 Julio 2011
SANTIAGO DE CHILE.- Unos 30.000 jóvenes marcharon con disfraces y tambores frente al palacio presidencial de La Moneda en Chile, exigiendo educación gratuita y de calidad al gobierno conservador de Sebastián Piñera. "La calidad, el acceso y el financiamiento de la educación está en el corazón de las prioridades de nuestro gobierno", replicó Piñera luego de fuertes enfrentamientos ante sus oficinas.

No obstante, los estudiantes y la oposición de centroizquierda insistieron en rechazar el actual modelo educacional, el que permite que firmas privadas lucren con la enseñanza escolar y universitaria. "Queremos construir un modelo educacional centrado en lo público, financiado por el Estado", subrayó el lider de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson. Los jóvenes, a los que el gobierno prometió una inversión en educación de U$S 4.000 millones en varios años, suman dos meses movilizados, en medio de un alto apoyo social, según sondeos. "Queremos avanzar a un sistema educativo que abra posibilidades a romper con este Chile segregador", escribieron en la revista "The Clinic", Jackson y Camila Vallejo, líderes del movimiento.

Los dirigentes, que han movilizado a cientos de miles de jóvenes, apuntaron al hecho que toda la educación universitaria es pagada, pero existen becas para los alumnos más pobres. Un estudiante que curse medicina en la estatal Universidad de Chile puede egresar con una deuda de U$S 50.000 o más, la que debe pagar durante largos años. Piñera, un empresario que desde 1980 proponía el actual sistema de financiamiento, no está dispuesto a cambiar el mecanismo existente. Así, los fondos prometidos son básicamente para abaratar los costos de los créditos con que los alumnos pagan sus estudios superiores.

Los estudiantes, que exigen un plebiscito y nacionalizar el cobre para financiar la gratuidad de sus estudios, tienen en jaque al gobierno, cuyo apoyo bajó a mínimos históricos. La movilización, en medio de exigencias de cambio de gabinete en el oficialismo, no fue aplacada siquiera por los acercamientos entre el gobierno y los rectores de universidades públicas y privadas.

En ese marco, líderes del oficialismo fustigaron la protesta y la incapacidad de contenerla en el gobierno, pese a que existía una prohibición para que los jovenes se reunieran donde lo hicieron. "Con la marcha da la sensación que aquí se puede hacer cualquier cosa", afirmó el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett (oficialista) quien evocó días atrás que en su comuna hubo 600 protestas en 2011.

La situación, en medio de movilizaciones regionales y sociales, está cruzada por una crisis de representación política, coinciden todos los sectores. Encuestas de todo signo revelan que entre un 60 y 70 % de los chilenos rechazan al presidente, las coaliciones políticas y el Congreso. (DPA)

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