"La ley va a proteger derechos del niño"

"La ley va a proteger derechos del niño"

La opinión de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales.

25 Abril 2010
El matrimonio no tiene solamente una finalidad reproductiva y los homosexuales, hoy, en la Argentina, pueden ser padres y madres. El secretario general de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, Gustavo Paulón, deja en claro estos dos conceptos durante la entrevista con LA GACETA, a propósito de su reciente visita a Tucumán.

"Los sectores más reaccionarios plantearon que si las parejas de gays y de lesbianas no pueden reproducir la especie, no se entiende para qué quieren matrimonio. Con ese argumento, habría que invalidar los matrimonios de las personas estériles y de los adultos mayores. El matrimonio es un contrato que regula la unión de dos personas adultas capaces, que quieren compartir derechos y deberes. No tiene nada que ver con un sacramento: es una institución del derecho civil", sostiene.

El dirigente social, precisamente, asegura que en contra del matrimonio gay se levanta la jerarquía católica pero no el pueblo católico. "Muchos parlamentarios que avalarán la ley en el Congreso son católicos", contrasta.

Tras hacer hincapié que las parejas heterosexuales que se casan, incluso, pueden elegir no tener hijos sin que el Estado pueda obligarlos a procrear, Paulón puntualiza que gays y lesbianas pueden ser padres.

"La Ley de Adopción permite que las personas solteras adopten, con independencia de su orientación sexual. Y las lesbianas, con la inseminación y la reproducción asistida, pueden concebir. En rigor, esta ley busca amparar el derecho del niño. Si de las dos mamás, la que lo concibió pierde el trabajo, la otra no puede darle obra social. Y si la mamá que no lo concibió muere, el hijo no tiene de derecho a heredar sus bienes", advierte.

Con estas garantías también se vincula, según explica Paulón, la necesidad de los homosexuales de contraer matrimonio.

"En primer lugar, hay una cuestión de igualdad. Hoy, el Estado dice que todas las parejas son iguales, salvo las conformadas por personas de un mismo sexo. Si el Código Civil diferenciara hoy según religiones, se trataría de una discriminación abierta que hoy no se toleraría. El Código Civil, de hecho, se fue modificando para ir incorporando nuevas realidades y con el matrimonio ocurrió lo mismo: en un inicio era sólo religioso, pero en 1888 aparece el matrimonio civil, por las necesidades que plantearon los inmigrantes, que pertenecían a distintas religiones, o a ninguna. Desde entonces, la institución ha ido abriéndose a distintos grupos. El único que no ingresó es el de gays y lesbianas", machaca.

En segundo término, el dirigente reivindica las potestades de las parejas que conviven desde hace años y no tienen derecho a herencia, a pensión, a visita por enfermedad de familiar ni a los beneficios de la seguridad social.

"Hoy, las personas que tienen permitido el matrimonio se casan menos. Quizás esa carencia del derecho es lo que nos entusiasma más para querer casarnos y para entrar en el marco estatal y legal. En definitiva, en un marco de inclusión: eso es lo que la ley produce. Más allá de quien se case o no, cuando salga la ley habrá proceso de ?apertura? y ?salida del armario? para mucha gente, que se va a sacar una mochila pesada y va a ver que por lo menos, el Estado no lo discrimina. Y eso es una herramienta para pelear con la otra discriminación: la cotidiana", asevera.

Paulón precisa que en el país han impulsado 100 recursos de amparo en favor del matrimonio gay y anticipa que hay consultas para interponer uno en Tucumán. "Pero nada de esto hará falta si se aprueba la ley y confiamos que así será", concluye.

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