Una multitud deliró con el último show de Madonna

Una multitud deliró con el último show de Madonna

La reina del pop se despidió del país con una puesta sorprendente, y LA GACETA estuvo allí para verla. Un fanático pidió un tema y la diva lo complació.

GLAMOUR. Madonna derrochó brillo sobre el escenario. REUTERS GLAMOUR. Madonna derrochó brillo sobre el escenario. REUTERS
09 Diciembre 2008

La espera fue larga, pero valió la pena. Las ocho horas que la mayoría de los fanáticos aguardó para ver el último show de Madonna se esfumaron en el instante en que la reina del pop salió al escenario, sentada en un sillón negro. "¡Hello, Buenos Aires!", gritó la artista, y desató la locura de las 70.000 personas que deliraron con su música.

La puesta arrancó a las 22 y tuvo el mismo glamour de las tres anteriores. La mayoría de los fans hicieron cola desde las 14, en las inmediaciones del estadio de River Plate, en el barrio porteño de Núñez. La intensidad y el despliegue escénico de la última presentación del espectáculo "Sticky and Sweet Tour" se pudo percibir desde "The beat goes on", la canción que eligió Madonna para abrir el show.

Entre el público había cientos de integrantes de los clubes de fans, que siguieron cada una de las letras. En el primer tramo se destacaron "Human nature" e "Into the groove", por la intensidad y por la fuerza de las coreografías. Luego de éstos temas, la diva desapareció algunos minutos para hacer un cambio de vestuario.

Las dos pantallas gigantes que había al costado del escenario permitían a los fanáticos disfrutar de las sorprendentes figuras que los bailarines pintaban sobre el escenario para apoyar la entrega incondicional de la diva.

El fervor
En la segunda mitad del espectáculo, la versión de "No llores por mí Argentina" mereció un párrafo aparte. Madonna mostró no sólo una voz dulce, sino también grandes cualidades actorales, que reforzaron la interpretación a tal punto que, más de uno, dejó secar sus lágrimas con el aire.

La fuerza de las canciones se mantuvo a lo largo del show, pero creció cuando llegaron los ritmos latinos. Los arpegios de "La isla bonita" enloquecieron a todos. Pero cerca del final sucedió un hecho especial, porque Madonna habló con el público. Fue el único instante en el que la "diosa del pop" interactuó con su gente, y hasta le pidió que eligieran qué canción querían escuchar. Un fanático alcanzó a gritar "Like a virgen" y su deseo fue una orden. La cantante cumplió con creces y la interpretó a capella.

Con fiebre en la voz, Madonna trajo a "Hung Up" y cerró su paso por la Argentina con "Give it 2 me". Antes de retirarse, se acercó al borde del escenario y acarició los dedos de los fanáticos. Cuando se marchó, en las pantallas gigantes pudo leerse "Game Over". Después de 15 años, la diva regresó al país. Y la espera valió pena. LA GACETA ©

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