HISTORIA Y TRADICION. Un colorido espectáculo de música y danza enmarcó ayer la apertura de la temporada turística de invierno en Tucumán. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
El aroma de las comidas típicas, la música de bandoneones y de guitarras y la danza folclórica que caracterizan la Feria de Simoca conformaron el escenario ideal para dejar inaugurada la temporada turística de invierno en la provincia. "Por su historia y tradición, esta feria es uno de los íconos de Tucumán", expresó el titular del Ente Turismo Tucumán, Bernardo Racedo Aragón, durante el acto que presidió ayer, del que participaron centenares de visitantes.