Situaciones de emergencia

17 Jun 2017
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Situaciones de emergencia

Como es sabido, no existe un método anticonceptivo cien por ciento infalible. Todos -algunos en un porcentaje muy bajo; otros, no tanto- pueden fallar. Es decir, tienen un margen de error, aún al ser utilizados correctamente.

Cuando una persona teme, luego de tener relaciones sexuales, que hay riesgo de embarazo, ya sea por no haber usado un método o por la falla en el que estaba usando -por ejemplo el olvido de la toma diaria de la pastilla o la rotura del preservativo- existe la posibilidad de recurrir a la llamada “anticoncepción de emergencia”.

Se trata de una o dos pastillas -depende de la presentación farmacológica- cuyo principal mecanismo de acción es la anovulación. Es decir, retrasa la ovulación en el caso de que estuviera a punto de producirse. Asimismo, provoca un espesamiento del moco del cuello del útero, lo que les dificulta a los espermatozoides el ascenso a las trompas de Falopio, lugar donde se produce la fecundación.

Cuanto antes, mejor

Popularmente se conoce a este método como “la pastilla del día después”. Una denominación que intenta erradicarse porque conduce al error de creer que se debe tomar al día siguiente de la relación sexual sin cuidado. En realidad -y de ahí aquello de “emergencia”- debe hacerse lo antes posible, ya que son las primeras doce horas las de mayor eficacia anticonceptiva (aunque puede tomarse hasta cinco días después). En caso de que el embarazo ya se haya producido, esta pastilla no lo interrumpe; tampoco afecta al embrión en formación. Lo que puede ocasionar son alteraciones en el ciclo menstrual (el período se puede adelantar o atrasar).

Si bien estas pastillas pueden ser utilizadas todas las veces que sea necesario, no tienen la eficacia de otros métodos, por lo que no es recomendable su uso como anticonceptivo regular. Además, el sentido común nos dice que, si una persona tiene una vida sexual activa y no desea quedar embarazada, antes que andar “de emergencia en emergencia” lo mejor será conversar con un profesional que la asesore para decidir qué método utilizar.

Esta pastilla sólo protege o disminuye la posibilidad de embarazo para la relación sexual cercana a la toma. Y no previene del contagio de VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

En nuestro país es gratis y se distribuye en guardias, hospitales públicos y centros de salud. La pueden retirar personas adolescentes o adultas, solas o en pareja, sin necesidad de presentar DNI. También está incluida en las prestaciones gratuitas de las obras sociales y prepagas como parte del programa médico obligatorio.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.