Amores no correspondidos

10 Jun 2017
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Amores no correspondidos

Casi todos hemos pasado alguna vez por la experiencia de estar enamorados de alguien que no siente lo mismo por nosotros, que no nos corresponde. O que no lo hace del modo que queremos; es decir, con los mismos componentes erótico-románticos. Tan universal es este tema que muchas de las grandes obras de la literatura, la música, el cine, la arquitectura y el arte en general se han inspirado en historias de este tipo.

“No puede ser”

Como bien sabemos, afrontar un rechazo no es fácil. De hecho puede resultar muy angustiante. Y es que la indiferencia o negativa del otro se dirige directamente al centro de nuestra autoestima. ¿Cómo puede no quererme? ¿Cómo, si le estoy ofreciendo lo más valioso que tengo? ¿Acaso mi amor no es una señal más que suficiente para “despertar” el suyo? En verdad muchos de los que aman sin ser amados manifiestan una suerte de incredulidad frente a lo evidente (“no puede ser”). Reconocer que las cosas son como son y no como quisiéramos que fueran (es decir, que el amor no se puede poner ni sacar a voluntad), forma parte de un proceso de duelo que, como lo indica su nombre, duele… y tiene sus etapas, las cuales es necesario atravesar para finalmente poder dar vuelta la página.

Amar demasiado

El problema se plantea en los muchos casos en que las personas quedan atrapadas en ese afecto unilateral, asimétrico, de modo casi obsesivo, sin aceptación, defendiendo lo que sienten contra viento y marea. Algunos incluso aseguran que es más estimulante saber que tienen alguien a quien amar -aunque ese amor no sea recíproco- antes que no amar a nadie. Un argumento insostenible, ya que esta situación de frustración permanente -cuanto más tiempo, peor- conduce invariable y progresivamente a un estancamiento vital: tristeza crónica, irritabilidad, enojo, enfermedades psicosomáticas, tendencia al aislamiento, abulia, improductividad, conductas autodestructivas, etc.

Aunque la vivencia de un amor no correspondido forme parte de la historia de la mayoría de las personas, es más común que esta experiencia sea proclive a los que tienen mayores problemas de autoestima. Pero también se la observa en los fóbicos al compromiso: estar siempre interesados en quienes son inalcanzables o por algún motivo imposibles, garantiza el mantenerse libre de “ataduras”.

“Yo soy yo…”

Superar un amor no correspondido requiere, en primer lugar, estar dispuesto a hacerlo. También tomar verdadera conciencia de que coincidir en el amor es, en realidad, un hecho bastante milagroso y, por lo mismo, misterioso. Aunque hay muchas teorías al respecto, no está del todo claro qué hace que una persona se enamore -o no- de otra. Y los desencuentros no tienen que ver con lo queribles o deseables que sean los involucrados. En una palabra, lo que es, simplemente… es. Ya lo decía la oración gestáltica de Fritz Perls: “Yo soy yo y vos sos vos… Si nos encontramos es hermoso y sino, no puede remediarse”.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.