Mujeres “cougar”
El domingo pasado, Emmanuel Macron, con 39 años, se convirtió en el jefe de Estado más joven de la historia de Francia. Pero este dato no resultó tan sorprendente como la diferencia de edad con su mujer, Brigitte Trogneux: ¡ella le lleva 25 años! Los medios de todo el mundo relataron los detalles de esta poco convencional historia de amor: a los 17 años, el presidente electo le dijo a su entonces profesora de Literatura en el liceo que se casaría con ella, pasara lo que pasara (sus padres se oponían y lo enviaron a estudiar a París; ella era la esposa de un banquero y tenía tres hijos). Y aunque la vida continuó tal como venía siendo para ambos, el destino volvió a reunirlos. Hasta que hace poco más de diez años, decididos a ignorar los prejuicios sociales, terminaron casándose en una ceremonia íntima.
La pareja disparó debates acerca de las mujeres mayores que se enamoran de hombres jóvenes (y de los jóvenes que, recíprocamente, en contra del paradigma imperante, se sienten atraídos por las maduras). Y así como muchos hablaron del triunfo del amor o del romanticismo que rodea a las relaciones prohibidas, no faltaron los que se refirieron a la primera dama como una “cougar” con todas las letras.
“Pumas”
El término inglés “cougar” significa “puma” y ha sido adoptado por el cine, la televisión y otros medios de comunicación para hacer referencia a las mujeres mayores de 40 años que prefieren salir con hombres más jóvenes (en realidad se dice que fue un portal de citas canadiense el primero en usarlo con este sentido, probablemente aludiendo a la “cacería” con que se compara a las conquistas amorosas).
Pero, ¿de cuántos años de diferencia estamos hablando? Según dicen, para que se trate de una “cougar”, la brecha de edad con el joven en cuestión debe ser de -al menos- entre diez y quince años. Por otra parte, si bien estas mujeres pueden -o no- tener hijos, la maternidad no suele ya ocupar un rol prioritario en sus vidas. Las hay solteras, viudas, divorciadas y otras que, al mejor estilo señora Robinson, están casadas con un hombre acorde a su edad.
Perfil de una “cougar”
Contrario a lo que podría pensarse, una “cougar” no necesariamente está vestida como una chica de 20 años; tampoco como una vedette en decadencia. La única regla es que se trata de una mujer que cuida mucho su apariencia, por lo que, más allá de la ropa que esté usando, suele verse bien. Y no es para menos: la conquista de un hombre joven no será fácil sin algunos refuerzos extra, más si se tienen en cuenta las desventajas evidentes respecto de otras competidoras.
A la hora de la conquista, la “cougar” es directa y frontal… y espera lo mismo del otro lado. Años de experiencia, una autoestima alta, la seguridad de saber lo que quiere y un innegable talento para seducir conforman un estilo que se ubica en las antípodas de la mujer pasiva o histérica. Son, por lo general, personas que han logrado éxito en su profesión o que por algún motivo gozan de independencia económica. Es decir, no necesitan a un hombre para llevar un mejor nivel de vida.
En el cine, una “cougar” memorable, interpretada por Susan Sarandon en la remake de “Alfie”, logra que el eterno donjuán por fin quiera sentar cabeza, con declaración de amor y hasta un ramo de flores en la mano. La ironía es que ella lo rechaza y termina confesándole que prefiere a otro hombre… porque es aún más joven.
Si bien muchos pueden sentirse intimidados –o no especialmente atraídos- por estas mujeres que avanzan con tanta confianza en sí mismas, otros las encuentran fascinantes y dignas de una gran admiración.
