Surgieron indicios que podrían ayudar a esclarecer el crimen de la contadora

Surgieron indicios que podrían ayudar a esclarecer el crimen de la contadora

En barrio Sarmiento describieron a Carolina Ana Rotger como una mujer muy capaz que de pronto se enfermó. Creen que ladrones se aprovecharon de su condición

LA ESCENA. La casa de la contadora Rotger, en Charcas al 1.000. La víctima fue encontrada sin vida, la autopsia confirmó que la asfixiaron. LA ESCENA. La casa de la contadora Rotger, en Charcas al 1.000. La víctima fue encontrada sin vida, la autopsia confirmó que la asfixiaron. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Los vecinos que mejor la conocían cuentan que la contadora Carolina Ana Rotger (59 años) fue una mujer brillante. Graduada en tiempo récord, rápidamente se incorporó como ayudante de cátedra en la facultad de Ciencias Económicas de la UNT. “Desgraciadamente, a los 35 años se le despertó una enfermedad mental que la llevó a retirarse anticipadamente. Es muy triste, era una chica muy capaz y muy buena; pero en el último tiempo su cuadro empeoró mucho y llegó a tener algunas malas reacciones”, contó Nora Valdez, vecina del barrio Sarmiento que vio nacer y crecer a la víctima del homicidio número 34 que se registró en la provincia en lo que va del año. El crimen de la contadora la acongojó: “creo que la mataron para robarle sus cosas; alguien se aprovechó de su situación”.

Camila Hernández, quien se mudó al barrio hace apenas un año, indicó: “cuando vinimos a vivir aquí fue la primera en recibirnos. Actuaba un poco extraño pero siempre fue buena; aquí la queremos mucho. Luego nos enteramos de su condición de salud. Algunos vecinos la ayudábamos con lo que podíamos”.

Agregó: “escuché también que llegó a tener problemas con otros vecinos, que le tenían algo de miedo incluso. Es posible que sea cierto, pero al menos con nosotros nunca fue agresiva”.

El crimen

El lunes los vecinos notaron que la puerta de la casa de Rotger, en Charcas al 1.000, estaba abierta. Avisaron a la Policía que algo malo podía haberle pasado. Los efectivos de la seccional 11 confirmaron la peor noticia: la mujer había sido asesinada. Tenía un trapo en la boca con el que la habrían asfixiado y presentaba signos de abuso sexual. La autopsia luego confirmó esos datos que inicialmente eran sólo apreciaciones. Además del trapo, en la escena se encontraron elementos que podrían servir para constatar la identidad del autor del crimen.

El hecho podría haber incluido además un robo a la víctima. La fiscalía de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos, y los policías al mando de los comisarios Miguel Carabajal, Jorge Dib, Adrián Moreno y Oscar Juárez, detectaron que el día del hecho la contadora había extraído $ 200.000.

Ese dinero por ahora no aparece, al igual que un celular que acababa de comprar. Además alguien -se investiga quién- consultó los fondos de su cuenta. Los pesquisas están buscando imágenes de las cámaras de seguridad para determinar si en esas diligencias fue acompañada por otra persona.

Un quiebre

Los vecinos de barrio Sarmiento contaron además que en octubre la enfermedad de Rotger (indicaron que sufría esquizofrenia) se agudizó y comenzaron a verla más deteriorada. Comenzó a desconocer a algunas personas; por ejemplo, contaron que la docente despidió de mala manera a una empleada doméstica que llevaba años cuidándola. Algunos mencionaron que la vieron salir algunas veces con un cuchillo sierrita y que llegó a amenazar a algunos peatones sin que la situación pasara a mayores.

Fuentes policiales indicaron además que solía frecuentar la comisaría 11 y realizar denuncias, algunas de ellas absurdas.

Según sus allegados, la situación de salud de la víctima -que vivía sola desde el fallecimiento de su madre- la llevó a descuidar el pago de las boletas. Uno por uno fue perdiendo los servicios de su casa: en el último tiempo vivía sin luz ni gas. “A pesar de su condición la mujer seguía siendo inteligentísima. Fue una estudiosa y es evidente que sabía mucho; hasta preparó a algunos alumnos en ocasiones particulares”, reveló José Bernardo Morales.

Por último, hay residentes que también informaron que en los últimos meses la contadora fue vista con algunos jóvenes de “apariencia sospechosa”. Esos desconocidos -estiman algunos- podrían haberse estado aprovechando de la víctima, que percibía una buena pensión.

Sus alumnos y colegas: las autoridades de Ciencias Económicas piden justicia por la docente asesinada

“La facultad de Ciencias Económicas de la UNT despide con profundo dolor y consternación a la querida docente de esta casa, Carolina Ana Rotger. Siempre estaremos agradecidos por su compromiso, trabajo y dedicación, y estará presente en nuestros corazones”, publicó esa facultad en su cuenta de Facebook. La publicación fue comentada por más de 100 alumnos y amigos que recordaron con afecto a la docente y enumeraron anécdotas vividas con la contadora. Por otra parte, la comisión de Género de Adiunt también recordó la trayectoria de su afiliada y solicitó que la justicia realice una investigación exhaustiva para dar con los culpables del crimen.

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