Sacando conejos de la galera: ¿otro canje?

Sacando conejos de la galera: ¿otro canje?

Massa convoca a banqueros y a ejecutivos de seguros y de fondos de inversión.

Sergio Massa, ministro de Economía nacional. ARCHIVO Sergio Massa, ministro de Economía nacional. ARCHIVO

El dólar “blue” vuela. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) tiene serios inconvenientes para acumular reservas internacionales. El campo no puede levantar la mirada porque la seca preanuncia menos ingresos. La Argentina no puede salir de tanta inundación de pesos. La inflación está por las nubes. El mundo está pendiente de la crisis bancaria en Estados Unidos y en Europa. ¿Hay algo más en esta tormenta perfecta global? Sí. Una convocatoria muy temprano para mañana de parte del ministro de Economía, Sergio Massa, a bancos, empresas de seguros y fondos comunes de inversión. ¿Tema? Nadie arriesga nada. Pero muchos de los que deberían sentarse en esa mesa del Palacio de Hacienda ni siquiera fueron notificados aún de la convocatoria. Aún así, en el mercado se especula con que el ministro les ofrecerá que ingresen voluntariamente al canje de deuda en pesos por un bono que vencerá en el primer cuatrimestre del año que viene, cuando pase el ruido electoral, y cuando el país tenga una nueva conducción política e institucional.

El canje puede tener el mote de voluntario, pero constituye una necesidad para una gestión que no encuentra el rumbo económico y en lo que va del mes ya sacrificó más de U$S 1.200 millones de las reservas del Banco Central para tratar de sostener el esquema de obligaciones. Pese a esas ventas, el dólar en el mercado informal roza los $ 400.

En su reporte de inicio de semana, Adcap Grupo Financiero enumeraba los riesgos para la economía de corto plazo del año electoral:

✓Luego de la inflación núcleo del 7,7% en febrero, se espera que el aumento de precios sea aún peor en marzo.

✓ El Banco Central siguió vendiendo dólares, con poca oferta de exportadores y demasiada caída de las importaciones.

✓ Se discute un desdoblamiento cambiario

✓ Esta semana vencen $ 344.000 millones.

La habilitación del swap de China por unos U$S 2.000 millones puede ser una aspirina para una neumonía económica, como definió este fin de semana GMA Capital al analizar la suba de las tasas de interés frente a una inflación interanual de tres dígitos. Hoy los analistas del mercado se preguntan si seguirá la aceleración de la devaluación o si Massa sacará otro conejo de la galera para patear el endeudamiento para más adelante. En el anterior canje,  el Gobierno cambió títulos cuyo componente indexado era de 62% a un 100%. Esta cuestión le traerá más de un dolor de cabeza a la próxima gestión en caso de que intenten aplicar cualquier plan de estabilización, que necesariamente será inflacionario en el corto plazo, advirtió GMA que recuerda que Massa ya realizó cuatro operaciones de estiramiento de plazos y que puede estar ante el quinto proceso de canje de deuda desde que está al frente de Economía.

Este fin de semana que pasó se analizaban medidas en el equipo económico. En el medio, al sector privado no le cayó nada bien la idea de una intervención administrativa a Edesur, por la reputación que ha tenido el Gobierno a lo largo de varias gestiones en el trato con las empresas. Ahora aquellas medidas son más que una necesidad para frenar otra corrida cambiaria y que la calma retorne al mercado y a los operadores.

El mundo, mientras tanto, se toma un respiro frente a tanta volatilidad por la quiebra de Silicon Valley Bank y por los problemas que aqueja a Credit Suisse en la comunidad europea.  El envión externo habilita en esta oportunidad la posibilidad de que los activos domésticos se acoplen y así ensayen una recuperación tras la debilidad que venían acumulando, aun cuando la incertidumbre política y económica resulta un condicionante, advierte el economista Gustavo Ber. Ello se debe a que de fondo avanza el año electoral, en medio de tironeos dentro de las principales fuerzas políticas que todavía se encontrarían lejos de ofrecer claridad respecto al mapa hacia los comicios, lo cual complejiza aún más la administración de los múltiples desafíos “macro”, especialmente la escasez de divisas - acentuada por la severa sequía - y el exceso de pesos con que carga la economía en medio de la aceleración de la inflación. Más allá de las preocupaciones que despierta la sangría cotidiana de reservas, a la espera de inminentes medidas en busca de amortiguar esa dinámica, los operadores siguen atentos al ritmo del “crawling-peg” (devaluación controlada), esperando una aceleración para alinearla a la tasa de interés e inflación, aunque también podría - a contramano de los lineamientos del FMI - inclinarse por seguir acentuando el atraso para no sumar más presión a los precios, sostiene el experto. Así es que los dólares financieros - y libre - continúan su reacomodamiento hacia la escala de los $ 400, lo que resulta razonable toda vez que ya no existiría espacio para que siga corriendo detrás de la inflación y así es que debería al menos acompañar esa evolución.

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