Beatriz Ávila: "Por suerte fue el último discurso de apertura de Alberto Fernández"

La senador Beatriz Ávila señaló esta tarde que el discurso de el presidente Alberto Fernández durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación "fue vergonzoso y provocador de manera innecesaria".

"El gobierno que tiene el monopolio de la fuerza también quiere el monopolio de la palabra y de la justicia. No se priva de criticar a la prensa y de fustigar al Poder Judicial. Sus primeras expresiones fueron para volver a atacar a este poder del Estado, contra quien impulsa un juicio político", señaló y comentó: "Culpa descaradamente a los medios de comunicación de mentir con impunidad. Lo deshonesto es negar la realidad que nos deja y en no asumir su cobardía para imponerse y gobernar nuestra gran Argentina".

Asimismo, Ávila sostuvo que "llama la atención tanto lo que dice Fernández como lo que calla. El primer mandatario pretende dar lecciones de realidad luego de haber asegurado junto a su vocera que 'la inflación está en la cabeza de la gente' y no en las necesidades básicas insatisfechas de cada vez más parte de la población. El 43,1% de los argentinos son pobres. Cuatro de cada 10 niños sufren NBI. Y estamos ante la tercera generación consecutiva de pobres en nuestros país. Negarlo es tan grave como ignorarlos, y la madre del borrego es la inoperancia y la carencia absoluta de un plan nacional para cambiar esto. Por suerte, fue su último discurso de apertura".

"Con respecto a la supuesta defensa de los intereses de los argentinos del interior, es falso. Vengo del norte y de la provincia con peores índices de la región y es gobernada por su mano derecha, y hasta hace semanas su jefe de Gabinete. Fernández y Manzur son cómplices y responsables del atraso absoluto que vivimos en Tucumán, donde 16 puentes se cayeron, hay un dique fisurado, y no recordamos una sola obra de infraestructura nacional que se destaque en una década", añadió.

La diputado resaltó que "Alberto se jacta de que la economía crece, pero en Tucumán cerraron citrícolas que despidieron a miles trabajadores por las complicaciones que genera la política de Fernández". "Reconoce que la inflación desorganiza la economía pero no dice cómo, resolverá este problema que llevará a la derrota al gobierno. La gente lo siente en el bolsillo que no le alcanza la plata por su falta de plan económico", agregó.

"Alberto acusa a la oposición de fabricarle una bomba económica pero el responsable es su propio gobierno, la vieja técnica de echarla la culpa al otro. La misma técnica usa para responsabilizar a medios de prensa por los desaciertos de su gobierno y por el desastre que vive la nación. Alberto se cree un gran estadista cuando es un títere de Cristina Fernández", concluyó.