14 Febrero 2023
ANKARA, Turquía.- Más de 37.000 muertos y decenas de miles de heridos son sólo el comienzo del conteo de la devastación que dejó el terremoto que hace una semana asoló al norte de Turquía y parte de Siria.
El gobierno turco, amparándose en sus propios problemas para asistir a sus víctimas, anunció que no permitirá una nueva afluencia de refugiados procedentes de Siria.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, desmintió, en conferencia de prensa, versiones de que se ampliaría la asistencia. “Las afirmaciones de que hay una nueva afluencia de refugiados de Siria a Turquía (tras el terremoto) no son ciertas. No lo permitiremos; está fuera de toda duda”, dijo Cavusoglu.
El ministro se refirió así a las versiones de que los sirios estaban llegando en masa a Turquía, tras el terremoto de magnitud 7,8, que dejó más de 37.000 muertos en ambos países.
La ayuda humanitaria a zonas rebeldes de Siria se está entregando a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, y Turquía está dispuesta a abrir dos nuevos pasos desde la provincia de Kilis tras el terremoto, dijo Cavusoglu.
“Todos estos pasos fronterizos son para ayuda humanitaria. Eso no significa que los sirios lleguen a Turquía a través de estos pasos”, afirmó. “Estamos facilitando ayuda humanitaria a los sirios, pero no estamos permitiendo una nueva afluencia de refugiados sirios. Son dos cuestiones distintas”, agregó.
A una semana del peor terremoto de la historia moderna de Turquía, los equipos de rescate sacaron a varias personas con vida de entre los edificios derrumbados y seguían excavando para llegar hasta una abuela, su hija y su nieta. Con las esperanzas de encontrar muchos más supervivientes entre los escombros desvaneciéndose rápidamente, la cifra combinada de muertos en Turquía y la vecina Siria por el sismo de magnitud 7,8 del pasado lunes se elevaba a casi 37.000 y parecía ir en aumento.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, acordó que permitirá el acceso a la ayuda de las Naciones Unidas al noroeste de Siria, controlado por la oposición, a través de dos cruces fronterizos adicionales desde Turquía por un periodo de tres meses, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Ayer, el jefe de asistencia humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, se reunió con el presidente sirio en Damasco y acordaron abrir los cruces de Bab Al-Salam y Al Ra'ee.
“A medida que sigue aumentando el número de víctimas por el terremoto del 6 de febrero, la entrega de alimentos, salud, nutrición, protección, refugio, suministros de invierno y otros insumos para salvar vidas a los millones afectados es de suma urgencia”, dijo Guterres. “Abrir estos puntos y facilitar el acceso humanitario, acelerar las aprobaciones de visas y facilitar los viajes entre los centros, permitirá que entre más ayuda, más rápido”, agregó. (Reuters)
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