La herencia que 2022 le dejará a la economía de 2023

La herencia que 2022 le dejará a la economía de 2023

El endeudamiento, la escasez de dólares para fortalecer las reservas y una suba sostenida de precios seguirán siendo los condicionantes macroeconónicos en el año electoral.

Banco Central de la República Argentina (BCRA). Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Este 2022 que se está yendo exigía un giro en la política económica que, en pos de evitar una crisis, hacía prever que la inflación no se desaceleraría y que la actividad gradualmente iría moderando su tasa de expansión. Sin embargo, los shocks ocurridos a lo largo del año tensionaron fuertemente el programa acordado con el FMI, obligando a profundizar el ajuste fiscal-monetario-externo y acelerar la tasa de depreciación del dólar oficial. Esa fue la meta que el presidente Alberto Fernández se fijó al nominar a Sergio Massa como ministro de Economía, en un período traumático, de corrida cambiaria, inflación galopante y elevado endeudamiento.

Dentro de las variables nominales, la inflación cerrará el año en la zona del 95%, mientras que el tipo de cambio oficial se deslizará cerca del 70%. Este atraso (adicional -aunque menor- al ocurrido en 2021) se concentró especialmente en la primera mitad del año, encontrando un piso desde mediados de octubre y previendo que la búsqueda por una mayor convergencia lo limite hacia adelante, advierte un reporte de Ecolatina.

El Palacio de Hacienda comunicó ayer que el Banco Central compró U$S 133 millones en la última jornada del año en el mercado de cambios y logró acumular en diciembre U$S 1.987 millones y U$S 5.824 millones a lo largo de este año, con lo que superó la marca de 2021 por U$S 300 millones.

“El cierre del año muestra un sobrecumplimiento de las metas de acumulación de reservas superior a los U$S 440 millones “, señalaron desde Economía.

Los exportadores de soja cerraron operaciones en CAM9 por U$S 34 millones y otros U$S 84 millones se liquidarán entre lunes y martes. Los sojeros llevan liquidados U$S 3.154 millones desde el 28 de noviembre. Estas ventas se suman a las del resto del complejo cerealero.

Hacia el enfriamiento

En términos de la economía real, la consultora estima que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) se ubicará algo por debajo del 6% en el promedio de 2022 (más de 2 puntos por encima del arrastre estadístico), pese al enfriamiento de la actividad en el último trimestre del año. Detrás de esta suba se encuentra un consumo privado pujante (se proyecta un 10% interanual en 2022), donde primaron los efectos “los Pesos queman” y “ahorrar consumiendo” derivados de la aceleración inflacionaria, junto a un crecimiento de la inversión productiva (+12% interanual) y cantidades de comercio exterior también en terreno positivo (+3% interanual de exportaciones y cerca de 20% de importaciones). Por el lado de la oferta, los Servicios (+7%.) se expandirían por encima de los Bienes (+4%), y al interior todos los sectores crecerán en términos interanuales, a excepción del agropecuario (con una caída en torno al 2%).

En lo que respecta al frente externo, Ecolatina puntualiza que las exportaciones de bienes finalizarían 2022 en niveles récord (U$S 89.000 millones) por la persistencia en el alza de los precios internacionales y la implementación del “dólar soja”; mientras que las importaciones también serán récord (U$S 82.000 M), aunque con efectos negativos de las restricciones más claros en el cierre del año. Como resultado, el balance comercial será superavitario, pero no se traducirá en un saldo positivo en cuenta corriente (-0,5% del PBI) a raíz de un fuerte déficit de servicios por turismo y fletes. La meta de acumulación de reservas pactada con el FMI (+U$S 5.000 millones) llegaría a ser cumplida, gracias al ingreso de divisas que generó la implementación del “dólar soja”, los últimos desembolsos ya pactados por parte de organismos internacionales y las restricciones a las importaciones.

Sobre el frente fiscal, la consultora estima que el Sector Público Nacional No Financiero (SPNF) logrará cumplir la meta acordada de 2,5% del PBI de rojo primario para 2022, principalmente gracias a un mayor control del gasto corriente en la última parte del año, los recursos provenientes de las dos ediciones del ya nombrado “dólar soja” y el beneficio de la aceleración inflacionaria para licuar algunas partidas del gasto.

Menos actividad, con más inflación

- Un menor arrastre en materia de actividad económica (menos de 1 punto porcentual frente a los 3 puntos que dejó 2021 para 2022).

- Un mayor piso inflacionario (en el último trimestre la inflación promediaría más de 5% mensual, frente a poco más de 3% en el último trimestre de 2021).

- Una trayectoria de consolidación fiscal en marcha (aunque en materia de gasto 2023 es exigente).

- Un perfil de vencimientos en pesos desafiante.  

- Un nivel de reservas netas algo más abultado que a fin de 2021.

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