Los cuellos de botella para el sector energético

Los cuellos de botella para el sector energético

El consultor Luciano Caratori dijo que la electricidad en Tucumán se paga dentro de los valores medios del país. También alertó acerca de los cambios de hábitos de los usuarios de los servicios.

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27 Noviembre 2022

La Argentina no está ajena al contexto global y atraviesa una difícil situación en materia energética. En el medio surgió la segmentación tarifaria, con la que el sistema intenta recomponer los valores del servicio. De esa cuestión y de la transición energética habló Luciano Caratori (foto), consultor internacional e investigador del Centro de Estudios en Cambio Climático Global de la Fundación Torcuato Di Tella, estuvo en Tucumán. El experto expuso durante las “Primeras Jornadas Provinciales sobre Energía y Economía” organizadas por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán.

Caratori, junto a Mauricio Roitman -conectado vía remota- disertaron en la mesa “Necesidades de Infraestructura para la Transición Energética” en donde habló sobre los desafíos de la “descarbonización” y las barreras a enfrentar en el corto plazo en términos de la transición energética.

El ex subsecretario de Planeamiento Energético de Argentina y director nacional de Información Energética hizo hincapié en que la transición energética y descarbonización de la energía no son sinónimo pero que van aparejadas una a otra. Explicó que básicamente descarbonizar la energía es reducir la intensidad de emisiones de efecto invernadero que tiene la energía que consumimos, es decir utilizar fuentes más limpias o neutras en emisión de gases en primer lugar, y en segundo lugar también utilizar menos energía para abastecernos de los mismos servicios energéticos que consumimos.

Mientras que las transiciones energética, que incluyen la descarbonización, están relacionadas en las manera en que producimos, transformamos y consumimos esa energía. El experto explica que estos cambios generan diferentes tipos de empleos, al requerir inversiones diferentes. “Si la quiero inyectar como energía distribuida en el marco de la ley necesito mejorar las redes de las distribuidoras eléctricas para que puedan comprarla y venderla. Cambia todo, eso es una transición energética. No solamente descarbonizo; cambia el negocio de la energía”, indicó.

En ese sentido, fundamentó, “transitar un camino hacia la descarbonización tiene múltiples beneficios para el país, ya que los costos se abaratan, y las nuevas tecnologías como la fotovoltaica, nos permiten estar menos expuestos a la volatilidad internacional de los precios”. Asimismo, al no tener una dependencia más allá de nuestra producción, produce una mejora en el perfil de riesgo energético y “hace que sea más barato y más seguro en términos de abastecimiento”, planteó el consultor.

Los cuellos de botella para el sector energético

No obstante, Caratori expresó sus preocupaciones en el camino planteado, al alertar que existirán futuros cuellos de botellas vinculadas con la transición eléctrica, al cambiar los hábitos y las necesidades de los usuarios ¿Por qué? Porque alguien va a querer cargar un auto eléctrico en su casa y la carga de un auto eléctrico tiene requerimientos muy superiores con lo que usamos hoy con la heladera prendida, el microondas, etc. “Entonces hay que pensar cómo vamos a hacer para hacerle frente a esas inversiones de esos desarrollos que requieren estos nuevos usos de la energía”, indicó.

Comparaciones tarifarias

Consultado sobre el precio de las tarifas, explicó que de la comparación de precios producción de la energía del sector residencial en 27 países de la región, Argentina es una de las más barata. “Por ejemplo un costo de energía Eléctrica Mayorista hoy, excluyendo el invierno para Argentina, es de 90 dólares el megavatio/hora, y el promedio en la región es de 200 dólares”.

En este punto, Caratori explicó que en términos de distribución es mucho más heterogénea entre distintos países e inclusive entre las distintas provincias. “Comparar jurisdicciones en términos de la tarifa final es bastante difícil y suele ser bastante injusto, en general”, sentenció y agregó que de un relevamiento de 26 distribuidoras a nivel país cambia mucho entre las provincias la tarifa final.

Consultado sobre el valor de la tarifa eléctrica que se paga en Tucumán, Caratori -autor junto a Mauricio Roitman de un informe en donde se la posiciona a la tarifa tucumana como una de las más altas del país- , el consultor indicó que ese cuadro tenía un error y que a pesar de haberse advertido oportunamente, esa corrección no fue reflejada. “La verdad es que Tucumán hoy está en el puesto 14 de 26 distribuidoras, aproximadamente. El promedio que está pagando un usuario de 250 kw/h mes en Argentina, hoy es de $ 3.000 final con impuestos y en Tucumán es de $ 3.120, o sea es más o menos la media”, remarcó. También aprovechó para alertar que hay que tener cuidado cuando se realizan esas comparaciones. “Si uno no analiza las particularidades de cada región no pueden interpretarse correctamente”, enfatizó. “Creo que hay un mensaje que hay que decirlo. El monómico, es decir el costo de abastecimiento es el mismo para todos en el país. Lo que cambia es las características de las redes, impuestos, la voluntad de los reguladores de reconocerles Valor Agregado de Distribución a la distribuidora. Por otro lado, alguna cuestión de manejo financiero de las distintas compañías, incluida la deuda con Cammesa y su pago”. Lo que tenemos que hacer es preparar las redes de distribución para lo que se viene. “Hay un montón de cosas que podemos aprovechar pero como estamos siempre con el agua al cuello pensando en qué es lo que pasa pasado mañana y nos cuesta un poquito mirar para adelante”, finalizó Caratori.

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