“Vemos bocas detonadas de tantas caries”

“Vemos bocas detonadas de tantas caries”

Dos especialistas tucumanos confirman las conclusiones de un preocupante informe de la OMS sobre la fata de cuidado bucal.

“JUNTOS POR TU SONRISA”. La Dirección de Salud Municipal, la Facultad de Odontología y el Círculo Odontológico Tucumano coordinan acciones. “JUNTOS POR TU SONRISA”. La Dirección de Salud Municipal, la Facultad de Odontología y el Círculo Odontológico Tucumano coordinan acciones.

El 45% de la población (unos 3.500 millones de habitantes en todo el mundo) vive con enfermedades bucodentales, reveló un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La falta de información y las desigualdades -destaca el estudio- tienen gran responsabilidad en la situación actual.

De ese total -que representa casi la mitad de los humanos- tres de cada cuatro personas proceden de países de ingresos bajos y medios. Y la situación no es nueva: desde hace 30 años -se afirma- los casos mundiales de enfermedades bucodentales han aumentado en cerca de 1.000 millones, algo que la Organización entiende como “una clara señal” de que un alto número de ciudadanos no pueden acceder a métodos de prevención y de tratamiento. Además de las personas de bajos ingresos, hay otros grupos con gran incidencia: las personas con discapacidad, las de edad avanzada y las que habitan en comunidades rurales remotas.

El informe es fuerte y claro: las enfermedades bucodentales nos afectan a todos. Eso es lo que también resalta Alejandra Heredia, presidenta del Círculo Odontológico Tucumano. “Y por la pandemia mucha gente que se hacía controles con regularidad quedó guardada en casa, y eso exacerbó toda la predisposición a tener caries o a tener cualquier enfermedad en su boca -comenta a LA GACETA-. Estamos encontrando bocas, como decimos nosotros, detonadas por la cantidad de caries que tienen”.

Más prevención, clave

Tucumán no está exento de este problema, que compete a la sociedad toda. “Sin alejarnos mucho de la ciudad podemos ver que hay mucha gente que no está informada respecto a la prevención que se debe ejecutar para un buen cuidado bucal”, explica la experta. “Hace mucho tiempo que en la provincia no se llevan a cabo grandes procedimientos de prevención -relata-. Recuerdo que cuando era chica había consultorios de todo tipo dentro de las mismas escuelas; allí se hacían controles y se les indicaba a los papás cuándo sus hijos debían visitar al odontólogo y le enseñaban a los chicos cómo cepillarse; hasta se llenaban de flúor los tanques. Y todas esas ayudas para la prevención se han ido perdiendo”.

Y esto es lo que asegura la OMS falta. De hecho, como una de las soluciones, proponen “planificar los servicios bucodentales como parte del sistema nacional de salud y mejorar la integración de ese aspecto en la atención primaria como parte de la cobertura sanitaria universal”. Lo que pasa -indican- es que solo una pequeña parte de la población mundial tiene cobertura en salud dental, pero las personas que más lo necesitan, carecen de ella.

En San Miguel de Tucumán, en tanto, existe ya desde hace 12 años un programa de concientización y de difusión sobre la importancia de la salud bucal; algunas de sus acciones se realizan en conjunto con el Círculo y con la Facultad de Odontología. Con Escuelas Municipales Libres de Caries, se hace prevención en los establecimientos de la capital y en algunos del interior. Además, se recorren barrios de todo San Miguel de Tucumán.

“Muchas veces cuando llegamos a los adultos ya es tarde. Lo más importante es trabajar con los niños, desde que son bebés; hay que enseñar cómo cuidarlos e higienizar sus dientes. Y a partir de los tres años ya lo hacemos desde las escuelas -cuenta a LA GACETA Marcelo Sagra, subdirector de Salud Municipal-; y hemos visto resultados. Ya hemos bajado el nivel de caries y de placa bacteriana con el trabajo que venimos haciendo, casi en el 80%”.

Factores y enfermedades

La prevención no es el único factor que hace a la problemática en la provincia. Otra de las cuestiones -destacan ambos entrevistados- es la falta de consciencia sobre la importancia del cuidado de la boca.

“La gente no valora los dientes”, resume Sagra. Y eso, de por sí, se agrava con los factores de riesgo: la elevada ingesta de azúcares, el consumo de tabaco y el uso nocivo de alcohol. “Y hay una predisposición genética; las enfermedades sistémicas que el paciente pudiera tener, también repercuten en algunos casos en el tejido dentario”, advierte Heredia.

Según identificó la OMS, la enfermedad bucodental más frecuentes es la caries (que afecta a 2.500 millones de personas). La odontóloga explica que “tiene que ver con la mala ingesta de alimentos o con una mala o escasa dieta, pero siempre con una gran predisposición al consumo de azúcares, que son el alimento ideal para que los microorganismos inicien el proceso de caries -destaca-; y lo que la evita es una buena alimentación (desde la concepción) y una buena higiene bucal. Lo que más vemos es caries, definitivamente: casi el 100% de los pacientes las tienen; quizá uno de cada 100 no tiene o nunca ha tenido”.

Después de la caries -informa la OMS- las dos enfermedades que siguen son el cáncer bucal (con casi 400.000 casos nuevos por año) y la periodontitis grave. “Hay otras enfermedades periodontales que se han sumado por estrés, no sólo por el mal hábito de higiene o por la genética. Por supuesto, eso lo ha agravado la pandemia”, se advierte.

Compromiso y acción

Sagra comenta contento que han visto crecer el interés de la población por el cuidado dental. Hace menos de un mes hicieron una gran acción en la peatonal y “fueron 1.000 chicos, años anteriores sólo llegábamos a 300 o 400. Esta vez ha sido un éxito; nosotros queremos poner una bandera blanca que diga que estamos libres de caries. No es imposible, pero hay que seguir trabajando con los niños y en los barrios periféricos, que es dónde por lo general hay mayores enfermedades, porque quizá no pueden siquiera acceder a un cepillo”.

Heredia, por su parte, dice que la mejor forma de combatir las enfermedades bucales es informar. “Hay mucha desinformación, a veces las mamás van, con su nene de cinco, y preguntan si ya pueden empezar a cepillarle los dientes -cuenta-. Es importantísimo que la gente acuda al odontólogo para que se les enseñen las técnicas de cepillado; cada boca necesita una distinta a la habitual según sus dientes. La consulta de rutina debe ser cada seis meses; y el uso de hilo dental, cepillo, diferentes colutorios y flúor, entre otras cosas, pueden ayudar a prevenir”.

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