Cuando nos preguntamos qué tan lejos llegó el hombre, seguramente decimos que alcanzó la Luna. Esto es correcto si pensamos hasta dónde lo hizo con el cuerpo, pero fue mucho más lejos con la tecnología que desarrolló. A Marte se enviaron sondas y robots. El primer robot llegó en 1997, abriendo la era de la robótica usada para la investigación espacial a gran escala. Fue un gran avance porque no se sabía con exactitud cómo iban a funcionar en condiciones climáticas extremas y un piso poco conocido. También fueron naves a planetas más lejanos como Saturno y Júpiter, y a asteroides, como el impacto de la sonda DART con Didymos.
Las naves enviadas al espacio que más lejos llegaron son las sondas Voyager, que se lanzaron en 1977. Hace tiempo que salieron del sistema solar, se encuentran a 24.000 millones de kilómetros aproximadamente y continúan enviando información a la Tierra. Todavía no llegaron a las estrellas más cercanas.
Las primeras transmisiones de televisión se hicieron en 1926 y las de radio en 1887. Estas fueron transmisiones de prueba. Son ondas electromagnética que se propagan en el espacio y si suponemos que no sufrieron interferencias, llegaron a 96 años luz de distancia las de TV y a 135 años luz las de radio. Bastante más lejos que las Voyager. A 100 años luz de la Tierra hay aproximadamente 15.000 estrellas.
Las estrellas por las que pasaron las señales terrestres podrían tener sistemas planetarios y eventualmente algún planeta podría albergar vida inteligente. De ser así, los habitantes de ese planeta, ¿podrían saber de nuestra existencia? Para ello deberían contar con receptores capaces de registrar las señales y saber cómo decodificarlas. Esto es lo más difícil, porque para hacerlo hay que saber cómo se codificaron o tener algún equipo que lo haga automáticamente. Si se logra esto probablemente se entiendan las imágenes, pero para el texto habría que conocer el idioma.
Resueltos todos estos problemas, ¿podrían contactarse con los terrícolas?¿Podríamos establecer un intercambio? La respuesta a la primera pregunta es: podrían contactarse si ellos quieren intentarlo. Y para la segunda, es que podríamos comunicarnos si encontramos un lenguaje común para hacerlo.
Desde la Tierra hace muchos años que se monitorean señales de radio y se las analiza. El primer proyecto a gran escala para buscar vida inteligente es el SETI (Search for Extra Terrestrial Inteligence), aunque no fue el primero. Como vemos, no es sencillo descubrir vida inteligente fuera de la Tierra.
