Los Pumas, un equipo con dos caras

Los Pumas, un equipo con dos caras

Mostraron facetas disímiles ante Sudáfrica, y aunque estuvieron cerca, no alcanzó.

FRONTAL. Matías Orlando mostró su dureza a la hora del contacto con los Springboks. También fue muy bueno lo de Thomas Gallo, que ingresó en el complemento. prensa uar FRONTAL. Matías Orlando mostró su dureza a la hora del contacto con los Springboks. También fue muy bueno lo de Thomas Gallo, que ingresó en el complemento. prensa uar
18 Septiembre 2022

El resultado es lo más evidente, lo que salta a la vista, pero cualquier comentario que se circunscriba a lo que dice la chapa al final del partido pecará de inexacto y superficial. Y en el caso particular de la derrota de Los Pumas a manos de Sudáfrica en cancha de Independiente, el 36-20 se ajusta bien al orden de méritos entre un equipo y otro (los Springboks fueron superiores durante casi todo el partido), pero omite hablar de una de las dos caras que mostró el seleccionado argentino en Avellaneda: la del segundo tiempo. La mejor de las dos.

Porque la otra, la del primer tiempo, fue de impotencia y desconcierto ante el abrumador dominio sudafricano en el punto de contacto. Casi que fue una continuación de la nulidad que se había visto en la revancha contra los All Blacks: Los Pumas sin posibilidad de construir nada, en gran parte por la agresividad de la defensa visitante. Los rucks fueron río revuelto para la pesca sudafricana, en el que recuperaron muchas pelotas. Para colmo, otra vez la indisciplina, esa mancha rebelde que complica las cosas para el seleccionado argentino. Visto así, el 22-6 con el que se cerró el primer tiempo resultaba hasta generoso con los dirigidos por Michael Cheika.

Sea lo que sea que se haya hablado en el vestuario en el entretiempo, surtió efecto. Sin llegar a tomar el control del partido, Los Pumas lucieron diferentes, con otra cabeza, con otra frescura, despegados de lo que había pasado hasta entonces. Y aunque con cierta desprolijidad, fueron ganando en dinámica y encontrando los huecos en la granítica muralla de los campeones del mundo. Y después de mucho buscar, en apenas tres minutos pasaron de estar lejos a solo dos puntos abajo (22-20) con un try penal y otro de Matías Moroni. El triunfo parecía al alcance de la mano, porque los Boks habían caído en infracciones con tarjetas amarillas y un penal del “nuevo” Boffelli hubiera alcanzado para poner a Los Pumas al frente, pero sobre el final Sudáfrica tiró la historia encima y sentenció el tema con otros dos tries.

Queda la revancha del sábado que viene, en Durban, y el desafío de Los Pumas estará en lograr que la cara del segundo tiempo sea la que abra el juego.

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