La rotación de cultivos crece, con sus beneficios

La rotación de cultivos crece, con sus beneficios

En el NOA la rotación de cultivos es clave. Entre sus múltiples beneficios, permite que el suelo esté mejor preparado para resistir cambios en el comportamiento del clima. La mayoría de los productores de la región entendieron que rotar solo redunda en impactos positivos. Pero hay que insistir en generar consciencia, para que la práctica se masifique.

Finalizó agosto, y como ya nos tiene acostumbrado el NOA, las lluvias siguen sin aparecer y, a raíz de ello, los cultivos de invierno están padeciendo la faltan de humedad en los suelos.

Se trata de algo normal para nosotros, ya que el régimen monzónico marca el clima. Pero el problema es que los suelos vienen muy secos, y perjudican de manera muy marcada la actual situación de los cultivos invernales de la región.

Esta situación se da porque los perfiles no tuvieron la oportunidad de acumular agua suficiente para enfrentar esta normalidad de la región. Y esto se debe a que las lluvias de fines del verano y de comienzo del otoño no resultaron adecuadas ni suficientes, y durante el otoño y el invierno no aparecieron las lluvias que a veces suelen darse.

Debido a ello, los cultivos invernales no arrancaron bien; y hoy se los ve con muchos inconvenientes a raíz de la falta de humedad en muchas zonas del área granaria del NOA.

Los cultivos que actualmente se ven mejor son aquellos sobre los cuales el agua de lluvia cayó con un poco más de regularidad -durante algún momento del cultivo o a finales del verano-, y acumuló agua en el suelo. Pero, fundamentalmente, porque el productor está trabajando con rotaciones de cultivo técnicamente recomendadas, lo que hace que el agua caída haya sido asimilada en su totalidad por el suelo, lo que se da en suelos bien manejados.

Cuando el comportamiento climático sale de su normalidad y cae menos agua se ven las consecuencias. Pero algunos campos suelen tener mejor comportamiento pese a esta situación.

La mayoría de los productores sabe que la rotación de cultivos es una de las prácticas más importantes y recomendadas para los sistemas productivos agropecuarios.

Es la alternancia de diferentes cultivos en tiempo y en espacio. Se trata de cambiar diferentes especies vegetales en un mismo lote, a lo largo de los años. La rotación permite, a la vez, cultivar diferentes especies en distintos lotes de un establecimiento productivo durante la misma campaña.

En el NOA rotar es vital; su adecuada aplicación otorga ventajas agronómicas muy importantes e interesantes. Los beneficios al suelo tienen que ver con mejoras en la fertilidad física y química de estos, con la provisión de una adecuada cobertura de rastrojos, y con la disminución de plagas, de enfermedades y de malezas, entre otros.

Rotar soja con maíz o con otra gramínea en el verano, o la de trigo y garbanzo en el invierno, es una práctica usada en el NOA. Y sembrar soja previa a la renovación del cañaveral -algo que tiene muy buenos resultados para la producción azucarera- es muy frecuente en Tucumán.

Incorporar otros cultivos permite al productor diversificar riesgos productivos y económicos, ya que las condiciones ambientales pueden tener diferente impacto en los distintos cultivos de la rotación.

En el NOA se debe seguir sosteniendo e impulsando un mayor uso de rotaciones, para mejorar el sistema productivo. Esto se va logrando año tras año; por ejemplo, el cultivo de maíz va en aumento permanente a partir de que e conocen sus buenos resultados como eslabón clave en la rotación.

La rotación de cultivos con los aportes en cantidad y calidad de rastrojo -sobre todo, con maíz o con sorgo- brinda el sustrato del cual se nutren los microorganismos, lo que equilibra sus poblaciones, como en ambientes naturales.

En general esto permite que cuando llueva y se tenga cobertura vegetal en superficie -sea incorporada al suelo o mineralizada en el perfil de este- le dé características básicas para que cuando llueva el agua pueda penetrar por sus poros y que no ocurran grandes escurrimientos.

Debido a ello el productor va incorporando el maíz y el sorgo a su sistema productivo, aun en las actuales condiciones de producción y de comercialización de estos cultivos, lo que resulta en ocasiones un impedimento para ellos, aun sin importar su escala productiva.

Por suerte la mayoría de los productores tomó consciencia de la importancia real de las rotaciones con gramíneas y de los beneficios que trae al sistema productivo de granos del NOA, para evitar efectos nocivos del monocultivo de soja.

Los diversos relevamientos satelitales hechos por la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres demuestran que la rotación se va generalizando día a día, y que genera grandes beneficios al productor, al propietario y al ambiente en general.

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