Huirapuca campeón: constructores de un sueño

Huirapuca campeón: constructores de un sueño

Detrás del plantel del campeón estuvo un staff que se hizo cargo de un difícil desafío: reconstruir al plantel superior de “Huira” desde las cenizas y llevarlo hasta lo más alto otra vez

EQUIPO DE TRABAJO. Francisco Herrera, Tristán Molinuevo, Alejandro Carrier, Federico González y el manager Horacio Carreras. EQUIPO DE TRABAJO. Francisco Herrera, Tristán Molinuevo, Alejandro Carrier, Federico González y el manager Horacio Carreras. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

Suele decirse que el único lugar donde el éxito está antes que el trabajo es en el diccionario. Y eso vale también para el deporte: el éxito deportivo -ligado o no a un determinado resultado- es por lo general la punta del iceberg, la parte más visible de un proceso que suele ser lento y tedioso, y aunque sus dificultades no salen en la foto, son parte esencial del todo. Es la superación de esos obstáculos lo que va forjando el espíritu de los campeones. Por algo se insiste tanto en la idea de que la disciplina y la constancia son la verdadera clave que separa a los que alcanzan resultados de los que no.

Hubo mucho de eso en este Huirapuca. La obtención del título del Regional “Julio Vicente Coria” fue solo el final de un largo camino de subida, porque 2022 empezó bien abajo para los de Concepción. Así los atestiguan quienes estuvieron en el detrás de escena: el staff de entrenadores. Ellos tomaron el desafío de hacerse cargo de un plantel superior golpeado por la deserción durante la pandemia y reconstruirlo desde la base para devolverse su condición de protagonista. A Tristán Molinuevo y Federico González se les sumó Francisco Herrera, entrenador de la M19, y con el correr de las fechas se integró Alejandro Carrier para aportar su experiencia en el scrum, maul y demás cuestiones de los forwards.

El comienzo fue difícil. Había tan pocos jugadores que ni siquiera se pudo hacer postemporada. El arranque a fines de enero fue con lo que había. “No había plan de juego. Lo única consigna era compromiso de venir a entrenamiento. Tuvimos que empezar a llamar jugadores de camadas anteriores para tratar de que se sumaran”, relata “Gelatina” González.

Al “Toro” Herrera, por su condición de reciente ex jugador, le tocó la misión de llamar a ex compañeros para convencerlos de sumarse al plantel. “Cuando tuvimos el primer amistoso, con Lawn Tennis a fines de febrero, teníamos solo 33 jugadores. Algunos titulares de intermedia fueron suplentes en el de Primera”, describe Herrera.

Reconoce González que también se había hablado del tema de la permanencia en Primera: en 2021, Huirapuca había estado lejos de la pelea, y este año debía quedar entre los siete primeros para no tener que revalidar su plaza en la desgastante Liguilla de Reclasificación (que hoy le toca a Cardenales y a Jockey).

Sin embargo, “Huira” empezó el Regional metiendo tres triunfos al hilo. “Ahí, cuando le ganamos de visitante a Natación, nos dimos cuenta de que había algo. Fuimos paso a paso, sin ponernos objetivos largos. Recién en la segunda rueda nos propusimos quedar entre los dos primeros para jugar semifinales y en nuestra cancha”, cuenta “Gelatina”.

Con el tiempo, se fueron sumando jugadores a la causa, al punto de que en los últimos tiempos se superaban los 60 por entrenamiento. “Se hacía difícil elegir”, admite Herrera. También fue clave el regreso de algunas figuras, como Juan Manuel Molinuevo e Isaías Montoya (estaban en Europa), Eric Saracho, Alan Scharf y Santiago Rocchia. Este último llevaba tres años inactivo y volvió en estupenda forma, siendo pieza clave en los partidos cruciales.

También fue importante el trabajo como manager de Horacio Carreras, que ya lleva cuatro estrellas con Huirapuca en ese rol. “Me sentí muy cómodo con este grupo. Hay muchos chicos nuevos que me hicieron sentir como uno más. Traté de brindarles día a día el carisma y el trabajo, programando los entrenamientos y dejando todo listo para que los chicos se entrenasen”, cuenta “Yoyardo”.

Refuerzo

“Necesitábamos solucionar algunos temas del scrum”, explica González. Y quién mejor para eso que alguien que formó más de mil scrums a lo largo de 32 temporadas en Primera (1980-2012): “Toro Moto” Carrier. “Al principio me preguntaba si iba a funcionar la cosa con los muchachos, porque yo siempre fui muy fanático del rugby y a lo mejor hoy hay una mentalidad distinta, pero me fui adaptando. Ellos hicieron que me adaptara. Hubo muy buen feeling con los chicos. Se hizo un gran grupo”, cuenta Carrier.

Por su historia en el club, “Toro Moto” tiene el respeto ganado, pero él asegura que la idea nunca fue hablarles desde ese lugar. “Yo jugué, gané, perdí y me divertí. Pero esa historia ya pasó. Ellos tenían que escribir la suya. Los protagonistas ahora son ellos”, remarca.

La buena sintonía con los jugadores le valió un nuevo mote: el de “Gurú”. Algo de base tiene: horas antes de la final, los estados de Whatsapp de Carrier ya hablaban de un “Huira” campeón. Será por eso que hasta ligó un sticker de Whatsapp propio, de un Buda con su cara y el escudo del club: “todavía no pude descubrir quién lo hizo, pero cuando lo agarre le meto una bicoca, ja ja. No, hablando en serio, es un gran grupo. Y yo les dije: no entreno gente que no sea finalista. Si vamos, vamos por todo. Así que ahora quiero que también seamos campeones del Interior”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios