El universo trágico de García Lorca se muda a las yungas tucumanas

El universo trágico de García Lorca se muda a las yungas tucumanas

“Bodas de sangre”, el clásico del dramaturgo español, se estrena en la Sociedad Francesa, con una lectura propia, singular y vigente.

ENTRE BOMBOS Y MÁSCARAS. La versión de “Bodas de sangre” aporta elementos localistas a la clásica historia. ENTRE BOMBOS Y MÁSCARAS. La versión de “Bodas de sangre” aporta elementos localistas a la clásica historia.

Amar hasta morir, morir por amar; considerar al otro mi propiedad, sentir un deseo irrefrenable hacia el otro; regar de sangre y lágrimas el suelo y saber que, de allí, no crecerá nada fértil.

“Bodas de sangre” es una tragedia consumada desde su propio título. La obra clave de Federico García Lorca se estrenará esta noche a las 21 en la Sociedad Francesa (San Juan 751), con las actuaciones de Carolina Romero, Mariana Romano, José Gramajo, Bruno Bonilla, Emi Villalba, Luis Diez, Vanesa Barrionuevo, Silvia Lescano y Nexxa Pedraza, y la dirección de María José Stefani y Marcos Acevedo.

“Por mucho que nuestras sociedades han evolucionado, hay muchos de los interrogantes que plantea Lorca que conservan su vigencia y actualidad”, afirma Acevedo al hablar de su elección.

- ¿Qué implica trabajar un clásico, cuál es su desafío puntual?

- Ítalo Calvino se pregunta por qué leer los clásicos. Afirma que son esas obras que nunca terminan de decir lo que tienen que decir, que por más conocidos que sean, al abordarlos nos resultan frescos, nuevos, con detalles, imágenes, referencias, símbolos inéditos e inesperados. Describe el proceso de nuestra puesta en escena: es un texto muy visitado y al mismo tiempo nos ha sorprendido en su profundidad, complejidad y actualidad. Uno de los desafíos centrales es tener una lectura propia, singular y vigente. ¿Qué nos lleva a encarar en Tucumán esta textualidad española a casi 90 años de haber sido estrenada? Es incuestionable su calidad artística, la potencia poética y los inagotables recursos teatrales; nos colocan en la zona de peligro de sacralizar el texto en torno a una construcción legitimada, monolítica e intocable, en la que muchas veces se instala a lo que consideramos clásico. Otro aspecto desafiante son los modos de producción: esta propuesta supone la conformación de equipos numerosos de trabajo, diversificados y con fuerte inversión económica. Sin el aporte de actores, actrices, directores, diseñadores, la sesión de espacios de ensayos tanto institucionales como del equipo, resulta imposible pensar en un montaje de estas características en el ámbito teatral independiente, agravado por los coletazos de la pandemia.

- ¿Cuál es su actualidad?

- Desde hace varios años, “Bodas de sangre” me viene rondando, tenía la inquietud de ponerla en relación con nuestra geografía. Intuía una conexión posible entre esa ruralidad española y nuestros cerros, cantos y voces. La evocación de los valles tucumanos, de la zamba, la chacarera y la copla, de la ritualidad, de la Pachamama, de la sonoridad de las tonadas, de la temporalidad, del calor y la humedad. La vegetación de las yungas fue el terreno elegido para desarrollar esta historia que guarda estrechas relaciones con nuestra sociedad y su conservadurismo.

- Se vincula la obra con el enfrentamiento político que derivó en la guerra civil española, con la novia como si fuera el país. ¿Está esa connotación en tu puesta?

- El teatro lorquiano ha sido reconocido por su fuerte contenido vinculado al poder político y las relaciones con la España de su tiempo. Sin embargo, nuestra propuesta no se nutrió de este aspecto sino que se centró en lo vínculos personales y los conflictos sociales. Como Raymond Williams creemos que configura una tragedia privada, en las que el ser humano termina desnudo e incómodo, expuesto a la tormenta que él mismo ha creado. Otro aspecto controversial es el rol de la mujer que se presenta en “Bodas...”, vinculada a su naturaleza, obligaciones, deseos, conductas apropiadas o condenables. Es de vital importancia la contextualización de la perspectiva de género de la obra, en el marco del resurgimiento de los movimientos sociopolíticos de mujeres que denuncian desigualdades, violencias, abusos y que reivindican derechos e igualdad de oportunidades. Potenciamos la relevancia de los personajes femeninos, sus voces, sus miradas contrapuestas, sus conflictos, su relación con los mandatos sociales, sus acciones, sus comportamientos y ahondaremos en la confrontación generacional y social de sus mujeres entre ellas y en relación con la perspectiva actual. Todas las situaciones presentadas en la obra están repletas de antecedentes, es una instancia ya vivida, transitada, habitada, disputada con anterioridad. Lo que circula es inquietud, vehemencia, intencionalidad, con interpretaciones ancladas en la carnalidad y no en la solemnidad dramática.

- ¿Actualizaste el texto?

- La dramaturgia de Lorca no requiere de actualizaciones, tiene un manejo exquisito del lenguaje que dificulta cualquier intervención; en todo caso, nos propusimos estudiar en profundidad los términos, buscando encontrar sentidos menos evidentes que resignifican fuertemente las lecturas que se hicieron con anterioridad.. El texto sufrió muy pocas modificaciones. En las escenas más fuertemente atravesadas por lo cotidiano introdujimos el voceo pero respetamos el texto original para los versos. Nuestro tiempo en la ficción es atemporal, pero cercano al actual. El público envuelve el espacio escénico compuesto por telas, sogas y cañas, que remite al ámbito rural, la gama de colores es tierra, tostado y bordó. Es una puesta despojada, con una escenografía sintética, el uso de algunos elementos como máscaras y cuchillos, con un planteo lumínico sencillo. El plano sonoro está producido en escena con bombo, cajas, violín y otros instrumentos.

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