Convulsiones febriles: qué hacer ante una crisis como la de la hija de Paula Chaves

Convulsiones febriles: qué hacer ante una crisis como la de la hija de Paula Chaves

"Es un mito que se pueden tragar la lengua", explica la pediatra Jimena Le Bellot.

ESPASMOS. Una convulsión provoca una descarga eléctrica en el cerebro. Se pierde el control del movimiento. ARCHIVO LA GACETA ESPASMOS. Una convulsión provoca una descarga eléctrica en el cerebro. Se pierde el control del movimiento. ARCHIVO LA GACETA

'Doctora, hoy vivimos un momento fatal. De repente, mi bebé se descompensó, se le ablandó el cuerpo y se le fueron los ojos hacia atrás. Salimos a la guardia. Fue horrible manejar en ese estado. Pensé lo peor. Llegamos en siete u ocho minutos, nos atendieron y nos explicaron que tuvo una convulsión febril. Ahora, a controlarlo. Por supuesto, no podré dormir y no dejaré de mirarlo ni un segundo, por miedo a que vuelva a ocurrir'. Hace unos días, la pediatra Jimena Le Bellot recibió ese mensaje de parte de una mamá. Y al igual que lo que sintió la autora del texto, muchos papás entran en pánico cuando sus niños protagonizan estos episodios.

"Una convulsión febril es un trastorno neurológico frecuente en las emergencias pediátricas. La mayoría de las veces, resulta benigno", introduce la médica. De hecho el miércoles pasado se conoció el caso de la conductora de televisión y modelo Paula Chaves. Mientras se dirigía a una guardia para hacer atender a su hijo Baltazar, de cinco años, advirtió que su pequeña, Filipa, estaba haciendo una convulsión. Ocurrió dentro del vehículo y en plena autopista Panamericana, en Buenos Aires. Un motoquero la ayudó a llegar a la clínica.

"Algunas infancias tienen predisposición a hacer convulsiones con la fiebre. Suele darse entre los seis meses y los seis años y asusta muchísimo", prosigue la médica. Por eso, es importante saber que no ocasiona ningún daño ni deja secuelas, aclara. Pero, ¿qué se debe hacer y qué se desaconseja hacer? "Primero, tenemos que evitar que se golpeen. Segundo, hay que ponerlos acostados del lado derecho. Y tercero, debemos controlar cuánto dura la convulsión, si es posible. No intentemos meterles nada en la boca. Es un mito que se pueden tragar la lengua", responde Le Bellot.

- ¿Las crisis ocurren con fiebres altas?

- No necesariamente. Pueden producirse con una temperatura de 37,5° o con 40°. Además, una mayor temperatura no implica que aumente el riesgo.

- ¿Cómo se manifiestan?

- Las convulsiones febriles típicas son movimientos generalizados. Los niños y niñas se sacuden, como habrán visto en las películas de televisión, y se desconectan; esto significa que están como idos y no responden cuando los llamamos. Pueden poner sus ojos en blanco y hacerse pis encima.

Las convulsiones como la que tuvo la hija de Chaves o la paciente de Le Bellot consisten en cambios temporales súbitos en el movimiento. Son causadas por impulsos eléctricos anormales en el cerebro. Existen varios tipos de crisis convulsivas. En general duran solamente unos segundos; las menos pueden extenderse por minutos. "Siempre ante un primer episodio tienen que concurrir a una guardia. Y luego al pediatra de cabecera, quien seguramente les hará un seguimiento", especifica la experta.

Es importante que los padres comprendan que un bebé con convulsiones febriles pueden volver a tenerlas. Incluso cuando la fiebre es baja, como destaca Le Bellot. A veces pueden remitirse a antecedentes familiares. Según datos de la plataforma HealthyChildren, avalada por la Academia Estadounidense de Pediatría, suceden en cuatro de cada 100 niños de entre seis meses y seis años.

Para disminuir la temperatura corporal, es conveniente permanecer durante unos 20 minutos en la bañadera con agua tibia. Otra alternativa consiste en colocar paños de agua tibia (no fría). También es recomendable vestir a los pequeños con ropa cómoda de algodón. Por último, los pediatras suelen administrar antipiréticos de uso extendido. "Conociendo en qué consisten estos momentos, podremos vivirlos con algo más de tranquilidad", concluye Le Bellot.




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