Piden protección para la familia del abogado asesinado

Piden protección para la familia del abogado asesinado

Al consolidarse la hipótesis del crimen por encargo, los querellantes de la causa pedirán reunirse con funcionarios del Ministerio de Seguridad

LA VÍCTIMA. Omar Monteros, de 30 años, trabajaba en la penitenciaria. LA VÍCTIMA. Omar Monteros, de 30 años, trabajaba en la penitenciaria.

“La investigación avanza lentamente porque es un caso muy complejo. Sabemos del esfuerzo que están haciendo los investigadores, pero tenemos miedo con todos los indicios que están surgiendo. Sí quiero desmentir que se haya dedicado a la compra y venta de dólares y oro”, explicó Marta del Valle Asís, madre del joven abogado que fue asesinado en un hecho que continúa sin ser esclarecido, aunque todo parecería indicar que fue un crimen por encargo.

Omar Monteros (de 30 años) regresaba de una misa por el primer aniversario del fallecimiento de su padre. Estacionó el auto en la puerta de su casa, ubicada cerca de la esquina de Junín y México. Cuando intentaba abrir el portón, observó que al menos dos hombres se le acercaban. Como pensó que querían robarle, salió corriendo, aparentemente para que lo persiguieran y no atacaran a su madre y a su hermana que estaban en el interior del vehículo.

Luego, al descubrir que los atacantes dejaron de correr, se dio la vuelta y fue tras sus pasos. Uno de los asaltantes, según la investigación, hizo un disparo al suelo para asustarlo. Pero el proyectil rebotó en el piso de la vereda y terminó hiriéndolo en el pecho. Monteros, que se desempeñaba en el sector administrativo del penal de Villa Urquiza, murió a los pocos minutos.

Desde un primer momento, los familiares de la víctima señalaron que había sido un homicidio en ocasión de robo. Sin embargo, los agentes de Homicidios, que actuaron bajo las órdenes de los comisarios Juana Estequiño, Diego Bernachi y Jorge Dib y los investigadores del Equipo Científico de Investigación Fiscal, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, encontraron algunos indicios que ponían en jaque esa teoría. Descubrieron que el joven profesional había sufrido al menos dos ataques de esas características en poco tiempo, pero nunca le habían robado nada.

Con información reservada, pudieron identificar a un grupo de personas que habrían podido estar involucradas en el hecho. Solicitaron entonces cinco allanamientos en Las Talitas, Yerba Buena y en la capital, dos de ellos en el barrio Juan XXIII. En las medidas secuestraron celulares, documentación y una pistola nueve milímetros, el mismo calibre del proyectil que acabó con la vida de Monteros. Todos esos elementos serán analizados por el ECIF.

En las entrevistas que les realizaron, los sospechosos negaron ser los autores del hecho. Sin embargo, señalaron que habían escuchado que una persona habría tenido intenciones de buscar gente para “apretar” o “asustar” al abogado, aunque desconocían la identidad del hombre y por qué buscaba gente para que realice ese “trabajo”. Con esa información, López Bustos oficialmente inició la investigación en contra de tres hombres de entre 30 y 36 años.

Ricardo Fanlo y Agustín Monteros, que fueron designados como querellantes de la familia de la víctima, indicaron que la línea investigativa del crimen por encargo se está afianzando y que hay varios indicios que la confirmarían. “Este es un caso extraño que tiene ribetes muy fuertes. Con el transcurso de los días irán surgiendo más evidencias que servirán para esclarecer totalmente qué sucedió. Estamos esperando los resultados de algunas medidas para definir cuáles serán los pasos a seguir”, comentaron los profesionales.

Ante la gravedad del hecho, Fanlo adelantó que junto a los familiares solicitarán una reunión con el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa. “Por cómo está avanzando la investigación, pretendemos que nuestros representados cuenten con protección porque tienen temor a que les pase algo”, concluyó Fanlo.

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