Belgrano anticipó la debacle en la educación

Belgrano anticipó la debacle en la educación

Belgrano anticipó la debacle en la educación

“Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos”.

El lunes se cumplieron 202 años de la muerte del general Manuel Belgrano. Un hombre que, al igual que Domingo Faustino Sarmiento, supo poner a la educación como uno de los valores más importantes de la sociedad. Se recuerda al patriota por innumerables acciones en pos de la Independencia y por la creación de la Bandera, pero sus esfuerzos por una educación que alcanzara a todos los argentinos se refleja en cada una de sus acciones.

Mientras vivía en Salamanca, Belgrano escribió: “Antiguamente se halló en la política la máxima siguiente: ‘Es bueno, mantener la gran masa del pueblo en la ignorancia, idea que, aunque no fuera indigna del hombre, se opone directamente al verdadero interés del Soberano’. (…) Ése es uno de los objetivos más importantes del gobierno. Vasallos dichosos y Soberano poderoso, son los resultados del estado actual de las escuelas públicas, y de la educación lugareña. (…) Por este medio se logran en la gran masa de una nación costumbres sanas”. Así, se mostraba a favor de un pueblo educado para que los dirigentes pudieran llevar adelante políticas de desarrollo que redundaran en beneficio de todos.

Hoy, en Argentina más de la mitad de la población es pobre, y las pruebas relacionadas a la educación desnudan gravísimas falencias que parecen estar llevándonos a niveles de analfabetismo históricos. Hace más de 210 años, Belgrano avisaba: “el mejor medio de socorrer la mendicidad y miseria es prevenirla y atenderla en su origen. A estas infelices gentes que, acostumbradas a vivir en la ociosidad, como llevo expuesto, desde niños, les es muy penoso el trabajo en la edad adulta y son o resultan unos salteadores o mendigos; estados seguramente deplorables, que podían cortarse si se les diese auxilio desde la infancia, proporcionándoles una regular educación, que es el principio de donde resultan ya lo bienes ya los males de la sociedad”.

Como una paradoja de la historia, un día después de conmemorar la muerte del gran patriota se conocieron los resultados de las pruebas Aprender en Argentina, y no pueden ser más desalentadores: el 44% de los alumnos de sexto grado se ubica en los niveles básicos o por debajo del básico en lengua; 25 puntos porcentuales más que en la última prueba tomada en 2018. Eso quiere decir que los chicos llegan al final de la primaria con severos problemas para comprender un texto. Desde otro punto de vista: El 22.3% de los y las estudiantes de sexto grado de la escuela primaria que fueron censados están por debajo del básico y un 21.7% en el nivel básico. Los números son peores que en el 2018 cuando fueron de 7.1% y 17.6% respectivamente. Aquí se ve además la situación económico social del país ya que en Lengua, el sector de menos recursos tiene un 43,1% de estudiantes que no alcanzan el nivel básico, mientras que el sector alto, el porcentaje es del 8.6%. En tanto, en matemáticas los resultados se mantienen estables, aunque no promisorios. El deterioro con respecto a la medición anterior es leve. El nivel “Satisfactorio” alcanza casi el 40%, subió con respecto al 2018, cuando fue de 37.9%. En el “Avanzado”, fue de 15.7%, decayó casi cuatro puntos. En el nivel “Por debajo del básico” hay un 23.1% de chicos y chicas, mientras que en 2018 fue de 19,6%. El 22% se ubica en “Básico”. Si se analiza el nivel de desempeño en Matemática según el nivel socioeconómico, se ve que en los sectores más bajos, el nivel “Por debajo del básico’’ es del 41.9%, mientras que en el sector más alto es del 10.55 %. Pobreza e ignorancia están yendo de la mano. “Se debe garantizar la gratuidad de la enseñanza para que los pobres puedan mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna”. Belgrano, otra vez, anticipándose en dos siglos a lo que hoy pasa.

El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk aseguró que las pruebas son el resultado de los dos años de pandemia y de la desinversión que se dio en el área (haciendo referencia al gobierno de Mauricio Macri, no a los del actual Alberto Fernández ni a los anteriores 12 años de mandato kirchnerista). Y aseguró que se tardará al menos tres años en reconstruir la educación en el país. El mismo tiempo que lleva Fernández en el gobierno, con índices de pobreza históricos y porcentajes de educación bajísimos. La tarea será titánica. Así, nos ocupamos de recordar a Belgrano cada vez que se cumple un aniversario de su muerte. Pero su legado y sus ideas parecen olvidarse los otros 364 días del año. Ya lo dijo el creador de la Bandera: “Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria”. Un poco de interés. Es todo lo que pidió el prócer.

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