Un retroceso de 15 años en los derechos de las mujeres

Un retroceso de 15 años en los derechos de las mujeres

América Latina y el Caribe, ante el reto de modernizarse para salvar vidas. Los ataques sexuales como arma de guerra

SOBRECARGA. El trabajo de cuidados está invisibilizado y no es pagado.  SOBRECARGA. El trabajo de cuidados está invisibilizado y no es pagado.
13 Junio 2022

La discriminación y la violencia contra las mujeres en América Latina siguen siendo un motivo de preocupación para los organismos internacionales, tal como alertó la agencia de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género (ONU Mujeres).

La región es una de las más violentas para las mujeres, niñas y adolescentes. Con países que registran un promedio de 11 femicidos al día, la situación es “inaceptable”, dicen agencias y organizaciones de la sociedad civil, que reclaman medidas contundentes a los Estados y la Justicia, para que modernicen su legislación para garantizar la protección de las mujeres.

La directora de ONU Mujeres para América Latina, María-Noel Vaeza, consideró, en una entrevista a agencias europeas, que la cultura de la violencia “no se acaba solo con la denuncia”, e insistió en hace falta cambiar el comportamiento que reproduce la violencia machista.

Vaeza dijo que es necesario transformar las actitudes y conductas de aquellos que ejercen la violencia e iniciar una transformación cultural a través de un esfuerzo educativo. “No podemos seguir viviendo en sociedades que reproducen la violencia contra las mujeres”, señaló. Para hacerle frente, dijo, es necesario, denunciar, educar y exigir que se aprueben leyes efectivas , que velen por el derecho de las mujeres a trabajar y a formarse.

En muchas zonas en América Latina, la violencia impacta en mujeres y niñas. Las que se quedan solas a cargo de la familia, están expuestas a la amenaza del hambre, la explotación y el tráfico de personas. Además, la violación se vuelve a utilizar como un arma de guerra, indicó.

Cuando las mujeres tienen que desplazarse, “muchas veces en condición de refugiadas o migrantes, pueden ser víctimas de la violencia sexual, discriminación y prejuicios”, puntualizó.

La funcionaria alertó sobre las consecuencias de la pandemia de coronavirus sobre la vida de las mujeres. “Esta pandemia ha supuesto un retroceso de entre 15 y 18 años en relación con los derechos de las mujeres”, lamentó. “Ha agravado la pandemia de violencia que ya existía”, aseguró, y puso en peligro la paridad en los cargos electivos.

“Estamos lejos de ocupar la mitad de las sillas en los congresos, en las directivas de las empresas y no llegamos a ocupar la mitad de las secciones de opinión en los diarios”, insistió.

En países de América Latina los cuidados, realizados en su mayoría por mujeres, son una de las principales causas de desigualdad y constituyen hasta el 15% del PIB de algunos Estados.

“El trabajo de cuidados hecho por las mujeres, invisibilizado y no valorado es, en muchos casos, la principal actividad económica de un país”, apuntó Vaeza, que. Las mujeres son cuidadoras de sus hijos, de las personas mayores y de los enfermos. “Estamos toda la vida cuidando”, añadió.

En el trabajo: convenio internacional contra el acoso

Un problema persistente en América Latina y el Caribe es el alto nivel de acoso laboral. En 2021, la Organización Internacional del Trabajo y ONU Mujeres pidieron a los países de América Latina y el Caribe que ratifiquen el Convenio 190 sobre la Violencia y el Acoso.  Después de un año son pocos los países que lo han ratificado: Argentina, Ecuador, Perú y Uruguay. Chile se ha comprometido a convertir en ley el convenio. “El convenio, por su propia naturaleza, requiere ser implementado por el Estado, el sector privado y los sindicatos. Lograr el consenso entre esos tres actores es un proceso que toma tiempo”, afirmó Vaeza, al enumerar algunas de las problemáticas con las que se ha topado la ratificación del documento.

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