Las mujeres acceden al 75 % de los derechos de los hombres

Las mujeres acceden al 75 % de los derechos de los hombres

El Banco Mundial informó sobre la desigualdad de derechos y la ONU llamó la atención sobre los prejuicios contra la mujer. En los últimos dos años, 40 países implementaron 62 reformas positivas para la mujer.

TRABAJO. Una mujer mide azulejos en una fábrica de cerámica en Kenya. onu TRABAJO. Una mujer mide azulejos en una fábrica de cerámica en Kenya. onu
08 Marzo 2020

Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, es la jefa de Estado más joven del mundo: tiene apenas 34 años. Ayer, en la Asamblea de las Naciones Unidas, llamó a cumplir con el objetivo número 5 de la Agenda 2030. “Se nos acaba el tiempo. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluida la igualdad de género, no ocurrirá espontáneamente, sino que requiere decisiones políticas para conseguirlos. Todavía más importante: no podemos lograr los otros objetivos de la Agenda 2030 sin lograr el número 5, que se refiere a la igualdad de género”, transmitió.

De hecho, en muchos países las mujeres todavía cuentan con solo una fracción de los derechos legales de los hombres. Según el informe “Mujer, empresa y derecho en 2020”, del Banco Mundial (BM), las mujeres acceden hoy a apenas el 75 % de los derechos que poseen los hombres, si bien el marco regulatorio para la participación económica de la mujer ha mejorado en los últimos dos años, con 40 economías que implementaron 62 reformas positivas.

En cualquier caso, el panorama varía mucho de una región a otra: en una escala de 0 a 100, los puntajes van de 49,6, en Oriente Medio y el norte de África, a 94,6 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Los derechos legales de la mujer -observa David Malpass, presidente del BM- son lo correcto y lo favorable desde una perspectiva económica. Cuando las mujeres logran movilizarse con libertad, trabajar fuera del hogar y administrar activos, es más probable que se unan a la fuerza laboral y ayuden a fortalecer la economía de su país”.

La igualdad y la ley

Cada vez hay más investigaciones que indican que abordar las desigualdades jurídicas resulta importante para el empoderamiento económico de las mujeres. Pinelopi Goldberg, primera economista del BM, explica que las leyes son importantes porque se pueden hacer cumplir en el corto plazo, a diferencia de las normas y las actitudes, que tardan más tiempo en modificarse.

“Alcanzar la igualdad de género no es un proceso a corto plazo. Requiere una firme voluntad política y un esfuerzo concertado de los Gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, pero las reformas legales y regulatorias pueden servir como un catalizador importante para mejorar la vida de las mujeres, así como la de sus familias y comunidades”, transmite.

Prejuicios

Pero más allá de las leyes, cerca del 90 % de la población mantiene algún tipo de prejuicio contra las mujeres, de acuerdo con un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Aproximadamente la mitad de los hombres y las mujeres del mundo consideran que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. Y más del 40 % opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales y que tienen más derecho a ocupar un empleo cuando el trabajo escasea.

“La labor que ha sido tan eficaz en garantizar el fin de las diferencias en ámbitos como la salud y la educación -advierte Achim Steiner, administrador del PNUD- debe evolucionar ahora y abordar algo mucho más complejo: el prejuicio profundamente arraigado —tanto entre hombres como entre mujeres— contra una verdadera igualdad. Las políticas actuales, a pesar de sus buenas intenciones, tienen un alcance limitado”.

La dependencia de la Organización de las Naciones Unidas llamó a los Gobiernos y las instituciones a aplicar una nueva serie de políticas dirigidas a cambiar estas normas sociales y prácticas discriminatorias mediante la educación, el aumento de la sensibilización social y la aplicación de nuevos incentivos.

Por ejemplo, mediante el pago de impuestos que sirvan para fomentar el reparto equitativo de las responsabilidades del cuidado de los niños, o alentando a las mujeres y niñas a entrar en sectores tradicionalmente dominados por hombres, como las fuerzas armadas y la tecnología de la información.

Ayer la canciller de Alemania, Angela Merkel, pidió que los hombres se involucren más en el trabajo familiar. “La mujer solo podrá lograr la igualdad en la vida laboral si se convierte en algo natural que los hombres participen en el cuidado, la atención y la crianza de los hijos”, observó la canciller, según recogió la agencia DPA.

“Aún queda mucho por hacer -exhortó- para que las mujeres cubran posiciones de liderazgo, también en el plano de la política. Faltan mujeres en el Parlamento, en las alcaldías y en los municipios”.

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