Fernández habló en nombre de América Latina en Los Ángeles

Fernández habló en nombre de América Latina en Los Ángeles

El mandatario argentino dio un discurso como presidente pró témpore de la Celac, en el que pidió la inclusión de todos los países en el debate, políticas de justicia social y de equidad económica

FALTA. Fernández marcó la ausencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua.   FALTA. Fernández marcó la ausencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

“Estoy aquí tratando de construir puentes y derribar muros. Sueño que en una América fraternalmente unida nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, a la tierra, al techo y a un trabajo digno”. Tales fueron las palabras con las que el presidente argentino, Alberto Fernández, cerró su intervención en la IX Cumbre de las Américas, que se realiza en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

Llevar “la voz de los pueblos de nuestra región que hoy sufren; por un horizonte más equitativo” fue el objetivo declarado, en su discurso como titular pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). “Lamento que hoy no estemos todos los que deberíamos estar. El silencio de los ausentes nos interpela”, dijo Fernández, al inicio de su intervención, en referencia a la decisión del anfitrión de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre, gesto que derivó en que México, Guatemala y Honduras, decidieran no asistir, a modo de protesta.

El discurso de Fernández fue el resultado de una cuidadosa negociación diplomática entre Washington, Ciudad de México, La Habana, Caracas y Buenos Aires.

Argentina mantuvo su posición histórica de negociación sin alineación: cuestionó las exclusiones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y alertó sobre el impacto económico y social de la guerra en Ucrania. A la vez, expuso coincidencias con la agenda que propone Joe Biden, que busca reparar el daño que dejó la presidencia de Donald Trump y llamó a adoptar el multilateralismo, con la vista puesta en la justicia social y la equidad económica.

Durante la ceremonia de inauguración de la IX Cumbre, Biden había anunciado la creación de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, proyecto que intenta vincular a los organismos multilaterales de crédito con las necesidades regionales.

El mandatario argentino añadió a esta propuesta la reestructuración de la Organización de Estados Americanos que fue usada “como gendarme para facilitar un golpe de Estado en Bolivia” y que el Banco Interamericano de Desarrollo vuelva a su gobernanza de América Latina y el Caribe.

Además, insistió en que las medidas de embargo a las que están sometidas Cuba y Venezuela, pensadas para castigar a sus gobiernos, en realidad solamente castigan a sus pueblos.

Las preocupaciones que afectan a América Latina y al Caribe son parecidas: “Nos preocupa que América Latina y el Caribe hayan emergido de la pandemia como la región más endeudada del mundo en desarrollo. O que las condiciones de supervivencia dependan de una ‘lotería de nacimiento’, que significa una diferencia del 15% en la expectativa de vida de un individuo”.

El reclamo contra la concentración de la riqueza también se reflejó en el discurso del mandatario: “El mundo central ha fijado reglas financieras inequitativas. Unos pocos concentran el ingreso mientras millones quedan atrapados en el pozo de la pobreza”. Para revertir esa tragedia es necesario pensar en políticas impositivas progresivas, “aunque las élites domésticas nos presenten como un peligro para la calidad democrática”.

Sobre la invasión de Rusia a Ucrania, convocó a “construir escenarios de negociación que le pongan fin a la catástrofe bélica”. “Tras la tragedia de la pandemia, las guerras son el triunfo de la insensibilidad humana”, señaló.

Dos grandes objetivos: organizar continentalmente la producción de alimentos y proteínas y desarrollar el potencial energético y de minerales críticos para la transición ecológica.

“La injusticia ambiental destruye nuestro continente. Debemos enfrentar la transición ecológica con auxilios financieros que movilicen la innovación con justicia social”, dijo Fernández, que retomó un viejo dicho peronista para ilustrar cómo ve el futuro: “Unidos o dominados. Unidos en una causa común o dominados por el egoismo económico. Unidos por el multilateralismo o dominados por la polarización, unidos por la democracia con inclusión social, o dominados por la miseria”.

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