Por Gustavo Rodríguez
08 Junio 2022
PROCEDIMIENTO. Policias y gendarmes le muestran a un testigo la droga.
Un cargamento de más de 29 kilos de cocaína fue secuestrado ayer al mediodía en la localidad de Colalao del Valle en un operativo que fue realizado por personal de Gendarmería Nacional y de la Policía de la provincia. Se trata del tercer secuestro de drogas y el más importante que se desarrolló en el marco del Operativo Lapacho, lanzado hace poco más de dos semanas.
Los uniformados se encontraban montando guardia en el puesto fronterizo. Observaron algunas irregularidades en el chasis de la camioneta Chevrolet S10 y decidieron detenerla. Descubrieron que el rodado tenía un doble fondo en la caja y al requisarla, encontraron que tenían 28 paquetes que, sospechaban, podían ser de droga. A las horas, arribó personal especializado y confirmó que se trataba de 29 kilos de cocaína que en frontera tiene un valor de aproximadamente de U$S 87.000 (unos $18 millones).
Con el paso del tiempo fueron conociéndose detalles del hallazgo. La sustancia era trasladada por dos hermanos salteños. Uno, que circulaba a bordo de una camioneta Renault Duster, actuaba de campana, es decir, le comunicaba al otro que conducía la camioneta sobre controles con los que se podría topar en el recorrido. Al parecer, al transitar por medio de los caminos de montaña, no tenía señal para avisarle que había un puesto de control.
Según los investigadores, los detenidos habrían pensado detenerse en Tafí del Valle para “enfriar” la carga, es decir, permanecer unas horas o un día para confirmar que no los estaban siguiendo. De allí, en principio, habrían pensado llevarla hasta Córdoba. En esa provincia, el kilo de la sustancia se encarece considerablemente: fuentes cercanas a la investigación estimaron que el valor en esa provincia llega a por lo menos U$S 5.000 el kilo, por lo que en “La Docta”, la carga tiene un costo de U$S 145.000 (casi $30 millones).
La Justicia Federal, al cierre de esta edición, había ordenado una serie de allanamientos en Salta, Jujuy y Córdoba para tratar de golpear a toda la organización que estaría dedicada al tráfico nacional de esta sustancia.
Un sello
En el mundo narco, desde hace varios años, los panes de cocaína tienen grabados sellos que indican la procedencia de la droga y quién es el productor. A nivel nacional, las autoridades tienen más de 200 figuras registradas. En toda Latinoamérica serían más de 1.000 y en Europa superarían los 2.000, según la información que comparten los organismos que se encargan de luchar contra el narcotráfico a nivel mundial.
Los rectángulos de cocaína compactada hallados en Colalao del Valle tenían su marca: un delfín. Es el símbolo que utiliza la familia del narco Reynaldo Delfín Castedo, narco salteño que está en prisión desde 2016 y que es conocido como “El patrón del mal del norte”. Pese a que el líder de la organización se encuentra tras las rejas, su familia sigue operando en la frontera con Bolivia y utiliza la imagen del cetáceo como sello distintivo.
Castedo es dueño de casi 60.000 hectáreas a lo largo de la frontera del norte del país. Parte de sus tierras están en suelo argentino y la otra parte en el vecino país. En esos campos creó todo un sistema de galpones para esconder la sustancia y de caminos para trasladarlas para evitar los controles de las autoridades. Liliana Ledesma, una vecina, lo denunció porque había usurpado sus tierras para continuar expandiéndose y al poco tiempo fue asesinada por sicarios en septiembre de 2006. El líder del clan Castedo fue acusado del crimen, pero nunca fue enjuiciado. Él y su hermano Raúl Castedo, al estar detenidos en Buenos Aires, no quieren afrontar un debate oral vía zoom y el Servicio Penitenciario Federal, por cuestiones de seguridad, no quiere trasladarlo a Salta.
“El Patrón del mal” fue absuelto por prescripción en el juicio por la recordada causa “Carbón Blanco”, el mayor contrabando de cocaína de la historia, con cargamentos de droga camuflados en carbón vegetal que salían desde Quitilipi, Chaco, y llegaban a España y a Portugal a través de los puertos de Rosario y de Zárate. Los envíos se habrían concretado entre 2005 y 2012. Los artífices de ese despliegue fueron los fallecidos Carlos Salvatore y Patricio Gorosito, condenados a 21 y 19 años de prisión, respectivamente.
Actualmente, los hermanos Castedo esperan ser enjuiciados por ser considerados los proveedores del clan Loza, otra organización narco que está acusada de realizar millonarios embarques de cocaína a Europa. Fueron trasladados al penal de Ezeiza porque las autoridades descubrieron que pretendían fugarse del penal salteño de Güemes.
Operativos
El ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa confirmó que este es el tercer secuestro de drogas que se concreta en el marco del Operativo Lapacho, que fue lanzado por el gobernador Osvaldo Jaldo el 23 de mayo en un acto que se desarrolló en el aeroclub de Yerba Buena.
En un control efectuado en Trancas, los gendarmes decomisaron más de 250 gramos de marihuana que eran trasladados por un pasajero en micro. Días después, un vehículo eludió uno de los controles que se hacían en el norte de la provincia. Avisaron de la situación y en Catamarca fue demorado. Al analizar el vehículo, los pesquisas descubrieron que llevaba 10 kilos de cocaína.
El funcionario destacó la importancia del secuestro de la droga porque de esa cantidad se podrían obtener hasta 233 kilos si la estiraran ocho veces agregándole todo tipo de sustancias. Esa cantidad representa 233.000 dosis de un gramo que en la calle tienen un valor de casi $70 millones. “Es un golpe muy importante y por eso continuaremos apostando a este operativo que realizamos de manera conjunta con las fuerzas federales”, finalizó Agüero Gamboa.
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