Cada cuánto debo cambiar o limpiar los objetos de casa

HIGIENE Y SALUD. En cada objeto que tocamos y hasta en el aire que respiramos existen miles de microorganismos. Entre ellos, hay algunos que afectan nuestro bienestar y otros con los cuales convivimos sin ningún problema (por ejemplo, ciertas bacterias). “Nuestro cuerpo toma contacto directo e indirecto con los agentes microscópicos a través de las manos, boca, nariz, ojos o roces casuales. Al no limpiar los objetos como corresponde lo que ocurre es que el riesgo de coincidir con patógenos o virus aumenta”, explica el médico Carlos Rodríguez. Es así que podemos pescar alergias, infecciones oculares o gastrointestinales.

COMPUTADORAS Y CELULARES. Seguro escuchaste que un asiento de inodoro tiene menos bacterias que nuestro smartphone. La comparación es dudosa pero, por el resto, está chequeado que los celulares son uno de los elementos que menos se limpian y más gérmenes acumulan. La sugerencia es remplazar las láminas protectoras cada año e higienizar el dispositivo cada 15 días. “Para los teclados de las notebooks y los celulares es preferible utilizar un hisopo embebido en alcohol o vinagre. Al repasar la pantalla nunca tenemos que usar pañuelos, servilletas ni texturas rugosas y tampoco valernos de productos corrosivos como limpiadores multiuso”, especifica el técnico Gerónimo Bustamante.

ESPONJAS. Las esponjas de cocina poseen una vida útil de un mes. A partir de ese tiempo, por su composición, los restos de comida que quedan pegados (invisibles a la vista) empiezan a formar hongos y aparece el mal olor. Las de ducha (hechas de fibra vegetal) duran hasta dos meses seguidos si no quedan demasiado blandas. Las de plástico son útiles en promedio dos meses.

TRAPOS. Por la humedad permanente y su recurrente uso en varias superficies a la vez resulta recomendable cambiarlos mensualmente. Para su acondicionamiento un truco es sumergirlos en agua hirviendo (con unas gotitas de lavandina u ocho cucharadas de vinagre) y dejarlos reposar por dos horas.

CEPILLO DE DIENTES. Es aconsejable despedirnos de nuestro cepillo de dientes aproximadamente cada dos o tres meses debido a la degradación de las cerdas.

COLCHONES. Duran un estimativo de casi 10 años. Al pasar ese periodo la merma de confort se hace presente en la resistencia de los resortes. Para una preservación adecuada hay que rotarlos cada tres meses.

ALMOHADAS. Poseen una vida útil de cuatro a ocho años; transcurrido dicho tiempo los materiales tienden a deformarse. “Eso no implica que no puedan seguir utilizándose por muchos años, pero veremos cambios en su composición. Para acondicionarlas, la gente suele meterlas en el lavarropas o remojarlas. Gran error porque después (excepto las de plumas) nos queda un bloque lleno de bolitas o huecos”, comenta la diseñadora de interiores Bárbara Joan. La mejor opción es usar espumas de limpieza en seco (se consiguen en tiendas de blanquería y colchones) o buscar de antemano almohadas con doble fundas para lavar solo la cobertura. “Por otro lado, las viscoelásticas ya tienen dentro una espuma hipoalergénica que las protege contra ácaros y bacterias”, agrega.

CRONOGRAMA. En el libro “El arte del orden”, la profesional nipona Marie Kondo propone una agenda de limpieza a largo plazo para no cansarnos ni bordear la locura. Pasamos lista: el interior de los placares debería acondicionarse cada seis meses, el horno y microondas cada cinco y la vajilla (en caso de contar con tazas ennegrecidas por las bebidas) cada cuatro. Para los vidrios de ventanas y puertas corredizas la cita es bimestral. Además, una vez al año tocaría higienizar las lámparas colgantes y puertas

CURIOSIDAD. En 2017, un grupo de microbiólogos de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) hicieron un experimento para demostrar qué cosas de nuestra rutina poseían una mayor cantidad de gérmenes. El ranking lo ganaron el dinero (billetes), los celulares, los botones de los ascensores, las tablas de picar, los picaportes y los juguetes o comederos de mascotas.

BOLSAS REUTILIZABLES. Duran en promedio 10 años, pero su limpieza (en los modelos de tela) debe ser cada 15 días debido a la contaminación cruzada. En caso de usarlas para múltiples propósitos o alimentos, es preferible lavarlas tras cada uso.