Santiago Kovadloff: “es una gestión de autofagocitación, se destruyen, descalifican”

Santiago Kovadloff: “es una gestión de autofagocitación, se destruyen, descalifican”

El filósofo, poeta y escritor está en la provincia para abrir el ciclo de conferencias “Diálogos en la polis”, a las 19 en la plaza Independencia.

CONSEJO DE LA MAGISTRATURA. “Puede ser un síntoma de proyecto democrático”, señaló el intelectual. CONSEJO DE LA MAGISTRATURA. “Puede ser un síntoma de proyecto democrático”, señaló el intelectual. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ

Santiago Kovadloff, poeta, filósofo, escritor, está en Tucumán para iniciar con los “Diálogos en la polis”, un ciclo de reflexión y debate que se dará en las plazas de la provincia al mejor estilo del ágora. El primer diálogo será en la plaza Independencia a partir de las 19 y hablará con Jorge Brahim sobre el “Desafío de construir ciudadanía en la Argentina actual”. Antes de emprender con estas charlas el filósofo visitó la redacción de LA GACETA para hablar sobre cómo ve a la coyuntura política nacional.

“En primera instancias estas charlas van a ser al aire libre, pero tomando el concepto plenamente. Una conversación abierta, franca, sobre los dilemas que enfrenta la Argentina contemporánea, ante un público que se va a aproximar para ver si lo que escucha lo representa o no”, adelantó sobre el encuentro de esta tarde.

Lo bueno y lo malo

Mario Vargas Llosa, ganador del Nobel de Literatura, dijo, hace un par de días, que “el peronismo es la fuente de todos los males del país”. Para Kovadloff, si bien se considera amigo del escritor peruano, no hay que generalizar de esa forma.

Para él, en cambio, el peronismo hizo una “contribución extraordinaria” a dos fenómenos antitéticos entre sí: “primero le dio inscripción social a sectores altamente marginados de los años ‘40, dignificó el concepto de persona, de ciudadano. Pero contribuyó también a degradar el sentido de la política democrática mediante un caudillismo intransigente y una intolerancia enorme a la diversidad de puntos de vista”.

“Es peligroso en política asentar la idea de que el huevo de la serpiente se encuentra en un sólo lado. Los motivos de la decadencia argentina no provienen sólo del peronismo. Todos los desaciertos políticos deben ser ecuánimemente distribuidos, cuando un sector se declara irresponsable del mal, es también irresponsable del desarrollo”, explicó.

Crisis de gestión

El centro de la política argentina está centrada, desde hace algunas semanas, a la incertidumbre que genera el distanciamiento entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “El oficialismo está ‘desoficializado’”, resumió el intelectual.

“Es una gestión de autofagocitación, se destruyen, descalifican, quienes deberían representarla. Esto nos priva de un oficialismo cabal frente al cual la oposición pueda tener un proyecto de interlocución. Ningún sistema democrático puede funcionar bien si el oficialismo no tiene capacidad de obrar con coherencia. El riesgo mayor que corremos en este momento en Argentina proviene de la desacreditación de la palabra oficial, una palabra bicéfala”, desarrolló al respecto.

El Frente de Todos, entonces, está partido, y queda en evidencia en cada acto o declaración. Pero si hay algo que los une es lo que está pasando con el Consejo de la Magistratura de la Nación (CMN): todos en el oficialismo se oponen a la asunción de Horacio Rosatti (presidente de la Corte) como presidente del CMN.

“Al lograr que la Corte se convierta en la defensora de su estructura democrática es algo que nos permite presentir el valor que la ley empieza a cobrar con respecto al poder que la tiene sometida”, opinó.

Con esto -dijo- el CMN va a responder a los ideales de Raúl Alfonsín cuando la creó: “lograr verdades que se alcancen por consenso, que la representación pluralista pueda mucho más que la representación unilateral y, en última instancia, que los proyectos que de él se deriven representen la estructura de una democracia que está afuera del Consejo, o que debería estar afuera, pero hoy está allí”.

“Así como el Consejo de la Magistratura fue un síntoma del envilecimiento de la política, puede llegar a ser un síntoma de un proyecto democrático”, aseguró.

Hacer honor al nombre

En un contexto de fragilidad política del oficialismo, sumado a la derrota que sufrió en las elecciones del año pasado, Juntos por el Cambio (principal partido opositor) asoma como el gran candidato a quedarse con la presidencia a partir de diciembre del 2023. Ante esta posibilidad de victoria, varios referentes de la oposición sienten que es su momento de buscar la presidencia, lo que generó ciertas grietas dentro del espacio.

Según el intelectual, sin embargo, las diferencias que pueden encontrarse no son significativas y el partido encontrará cómo resolverlas de manera conveniente.

“Juntos por el Cambio honró su condición de ‘juntos’. Creo que tienen puntos de convergencia entre todas las figuras, el constitucionalismo por ejemplo, pero no necesariamente coincidencias en cuanto a las estrategias que deben seguirse para configurar los liderazgos indispensables. Hay contradicciones, hay conflictos, todavía no se advierte un liderazgo definido. Aspiraría a la forma en que se dirima el liderazgo fruto de un consenso”, advirtió y exigió, según sus palabras.

Por último, opinó sobre el surgimiento de las nuevas derechas alternativas, que en el país tienen como abanderado al economista Javier Milei. “La concepción económica de (José Luis) Espert y de Milei a mi me interesa. Ahora, es un error creer que quien tiene un buen concepto de la economía tiene por eso una visión política suficientemente conveniente para una restauración de la república”, señaló. Y consideró a la política en sí como un elemento fundamental para desarrollar cambios estructurales en el país.

“No hay que reducir la economía a frases como la de (Domingo) Cavallo cuando dijo ‘que los científicos se vayan a lavar los platos’. No, yo quiero educación, ciencia, y eso no se reduce a la economía. Hace falta política”, concluyó.

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