Romero dijo que la jueza Freidenberg deberá hacer un curso de reeducación vial

Romero dijo que la jueza Freidenberg deberá hacer un curso de reeducación vial

El subsecretario de Tránsito de la capital indicó que la magistrada, además, tendrá que pagar una multa de hasta $ 30.000 por circular a contramano en la 25 de Mayo.

Enrique Romero. Enrique Romero.
17 Marzo 2022

El subsecretario de Tránsito y Transporte de la capital, Enrique Romero, informó hoy que la jueza del fuero penal, Alicia Freidenberg, deberá pagar una multa por infracción de tránsito y luego realizar un curso de reeducación vial por haber circulado en su vehículo a contramano y por la vereda de la semipeatonal 25 de Mayo.

El funcionario municipal anunció estas sanciones, tras el pedido de disculpas y las explicaciones de la maniobra por parte de la propia magistrada en “LA GACETA Central”, el noticiero de LG Play.  La multa, según aclaró, podría llegar hasta los $ 30.000. “La falta es grave, es como cruzar en luz roja (por el semáforo)”, destacó.

“Primero, tiene que pagar la multa. Los jueces del Tribunal de Faltas la citarán para este procedimiento. Después, haremos una resolución (en Tránsito) para que haga un curso de reeducación vial”, dijo.

Romero también indicó que la jueza, en una nota de disculpas y la justificación del hecho, "se había ofrecido a dar un curso de concientización sobre las normas viales". “Es irónico que ofrezca dictar cursos, cuando en realidad es ella quien tiene que tener conciencia vial, más allá del pretexto”, enfatizó.

“Qué hubiese pasado si los manifestantes hubieran reaccionados mal por circular a contramano y de esa forma. Estaríamos ante otro escenario. Ella misma se habría puesto nerviosa”, agregó.

En los últimos días, circuló en las redes sociales un video sobre el paso de un vehículo por la calle 25 de Mayo, en la capital, en plena movilización por el 8M. Lo hizo a contramano y por el área peatonal. Luego se conoció que el rodado pertenecía a la jueza penal, aunque en las imágenes difundidas no permitían identificar al conductor.

Ante esa situación, la propia magistrada envió una nota al subsecretario de Tránsito y Transporte para explicar que había efectuado esa acción por una urgencia, al trasladar a una persona descompuesta. En el texto también pidió disculpas por lo sucedido, entre otras expresiones.

“Debió haber sacado un pañuelo blanco señalizando que era una emergencia, como lo hace cualquier vehículo particular. Tampoco toco bocina”, destacó.  “No se soluciona con el pedido de disculpas”, finalizó.

El escrito de la jueza

“Estuve sentada por aproximadamente dos horas en la mesa de la calle del Bar Café 25, cuando comenzó la marcha por el Día de la Mujer, sin poder precisar el horario exacto, esperando que concluya el paso de dicha marcha que se realizaba en forma pacífica.  Había dejado mi auto estacionado en la cochera del Hotel Center. Aparentemente había concluido la marcha y voy a retirar mi auto de la cochera. Cuando intento salir, continúa otra parte de la marcha pero no avanzan y se detienen en dicha cuadra, justamente delante de la salida de la cochera. Espero un largo rato a que avanzaran, pero no…estaba parada”.

“Lo cierto es que tenía urgencia de salir porque llevaba en el auto una persona descompuesta, no era posible conseguir un taxi porque no podían entrar. Era imposible llegar hasta la calle Mendoza porque no había un policía que abriera el paso. Hubiese sido imposible llegar hasta Mendoza, además, porque se debía atravesar la ancha y tupida columna de personas que ocupaban toda a la calzada”, añadió.

Y continuó: “Ante esta aflicción mía por salir de ahí, es verdad que opté por circular por la vereda, a un paso menor al de un hombre, tanto que me llevó -creo- media hora media cuadra. En ese camino, se me iba abriendo paso hasta que, antes de llegar al Correo (Argentino), paré; ahí se me acercó una mujer que aparentemente era organizadora. Bajé la ventanilla porque ella se acercó a saludarme y dirigiéndose a mí: ‘cómo le va señora jueza, yo sé que siempre nos apoya, vaya tranquila’. Me besó la mano, me agradeció por lo que hago y a partir de ahí se me abrió el paso, así pude llegar a calle Córdoba”.

“No desconozco -por supuesto- que no se puede circular por la vereda. Es obvio. Pero el tránsito estaba obstruido - no cortado por autoridad alguna- y se trató de una causal de fuerza mayor, de un estado de necesidad, que no permitió en ese momento otra opción. Quedo a disposición por la aclaración que necesite y mi expresión de disculpa por el desagrado que pude haber causado”.

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