“Buena letra”
Osvaldo Jaldo. Osvaldo Jaldo. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

Osvaldo Jaldo es un hombre que deja poco al azar. Metódico y obsesivo, cuentan que revisó personalmente el discurso varias veces durante la redacción. Fue el primero que dio desde que está cumpliendo las funciones de gobernador. Un puesto por el que, quedó claro el año pasado, está dispuesto a jugarse todo: a confrontar, a desafiar, a quebrar e ir a las urnas y, con el mismo ímpetu, a conciliar, a reunificar y a subordinarse.

Jaldo, en su ámbito natural, cumplió e hizo “buena letra”. Cumplió con lo que se esperaba que hiciera: no mencionó la interna y ensalzó al gobernador titular y Jefe de Gabinete nacional Juan Manzur y al presidente, Alberto Fernández ¿Por qué? Probablemente porque de la buena relación que mantengan depende no sólo su gestión como interino sino, fundamentalmente, su futuro político.

La sucesión irresuelta, motivo medular del conflicto, sigue manteniendo en ascuas al oficialismo. Nadie quiere hablar de esto públicamente. Nadie tiene certezas ¿Manzur seguirá en Buenos Aires? ¿La unidad se mantendrá hasta 2023? ¿Jaldo será el candidato de Manzur? ¿Manzur irá en otro lugar de la fórmula? ¿La dupla saldrá por consenso? Si algo enseñó el 2021 es que la política es impredecible y que ni siquiera Manzur o Jaldo tienen aún las respuestas a estas preguntas.

Mientras se cantaba el Himno, Jaldo tomó asistencia con la mirada y recorrió de punta a punta el recinto. No se le escapa nada. Acostumbrado a hablar en actos y reuniones desde hace décadas, no suele leer sus discursos. En esta ocasión se despegó del papel en la introducción, para enmarcar su informe de gestión. Recordó que la pandemia no terminó y que un eventual rebrote está latente y calculó que la invasión rusa en Ucrania golpeará la economía local. Además, apoyó el acuerdo entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Después, se limitó a describir las acciones de las diversas áreas del Ejecutivo. Sí dedicó tiempo para agradecer a los que siente suyos: a la Cámara y al Interior (mediante los municipios y comunas). Dejó en claro, también, los ejes que pretende subrayar en la gobernación: la seguridad y las obras públicas. Lo más sustancioso fue quizás su presión a la Corte para la resolución de la provincialización del narcomenudeo.

Jaldo, un hombre que deja poco al azar, cumplió con la mirada en el 2023.

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