16 Febrero 2022
En consonancia con la nota de LA GACETA titulada “El descontrol se hace dueño de Tafí del Valle…”, de fecha 06/02, y carta del lector Juan Francisco Segura, entre otras, respecto del descontrol y ausencia del Estado, en relación con la urbanización, el impacto ambiental, sonoro y muchos etcéteras más, hago público mi humilde aporte (ya que los ciudadanos de a pie debemos realizar el trabajo de policía en ausencia del Municipio), para revelar una perlita más dentro de este descalabro urbanístico que afecta a este hermoso y vapuleado Valle. Como vecino del barrio La Costa 1, prolijamente nomenclado en planos de zonificación municipal según Código de Edificación vigente, como zona Residencial (área residencial de vacaciones exclusiva, zona de altas condiciones ambientales, visuales, valoración del paisaje, tranquilidad, privacidad, etc.), paradójicamente se instaló y habilitó hace un par de años, nada más y nada menos que un aserradero de escala inusitada, con el consiguiente impacto sonoro producido por el funcionamiento de sierras de banco, garlopas, motosierras, carga y descarga con camiones de gran porte, etc.etc. y ni qué hablar del peligro de incendio por la alta carga de fuego que representa la cantidad de madera estibada, parvas de aserrín y la comercialización de materiales altamente inflamables, dentro de una construcción totalmente realizada en madera. Obviamente, no se observa, al menos a simple vista, la previsión de tanques elevados de agua de reserva, hidrantes u otros elementos de contención contra tamaña amenaza, agudizándose en período invernal con bajos niveles de humedad. Todo lo descripto en un entorno de viviendas de veraneantes y cabañas turísticas. Defensa Civil municipal, provincial, Medio Ambiente, Habilitación Comercial, etc.etc… ausentes, a la espera de que algún acontecimiento trágico suceda.
Miguel Ángel González Moreno
Juan B. Terán esq. Santo Domingo
Yerba Buena
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