11 Diciembre 2021
Especialistas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) destacaron la importancia de que los productores planifiquen manejos adecuados acordes a las condiciones agroecológicas que se vienen dando en el NOA y en Tucumán, en especial a lo que se refiere a la economía del agua. El señalamiento se da a partir de la entrevista que LA GACETA Rural le había efectuado a los integrantes del programa Granos de la entidad Mario Devani, Daniela Pérez y Fernando Ledesma, sobre los diversos aspectos técnicos que los productores de granos deben tener en cuenta para realizar una óptima siembra y un adecuado manejo del cultivo; en especial a raíz del efecto de año “Niña” que se pronostica para esta campaña.
Los especialistas de la entidad agrocientífica remarcaron que también se debe tener en cuenta la necesidad de realizar barbechos adecuados, que sirvan para controlar de la mejor manera las malezas problemáticas, y de utilizar semillas de calidad y sanidad a la hora de definir el cultivo, entre otros aspectos netamente técnicos.
En esta oportunidad los técnicos realizaron un análisis económico de la producción de granos, debido a los incrementos en dólares del precio de los insumos que impactan en la rentabilidad de la soja.
En Tucumán, la campaña de granos 2021/22 está comenzando tímidamente, debido a las irregulares y bajas precipitaciones, y concluirá entre mayo y julio del año que viene. La incertidumbre es importante porque casi todo está por definirse: el precio y el rinde de la soja y algunos costos importantes como las labores mecánicas, y el flete. Este informe se elaboró sobre la base de datos disponibles en este momento, y considerando estimaciones que dependen de como avance la campaña.
Si se comparan los inicios de las campañas 2020/21 y 2021/22 asoman cambios importantes en los precios de insumos de alto impacto en la producción, como los de fertilizantes y herbicidas.
Y si bien los precios de otros insumos, como semillas o la mayoría de los insecticidas y fungicidas, no muestran variaciones importantes, vale la pena mencionar que existe dificultad en la disponibilidad de estos, lo que podría generar una suba de su precio a medida de que avance la campaña.
A la fecha, el fertilizante fosfatado (superfosfato) registra una suba del precio de más del 100%, mientras que el aumento de la urea alcanza el 164%. En lo referente a los herbicidas, el mayor incremento se dio en el glifosato, con el 90%. También los precios de algunos graminicidas registraron aumentos superiores a un 40% (Tabla 1).
FUERTE SUBA., En lo que respecta a los herbicidas, el mayor incremento se registró en el glifosato, con el 90%; el precio del fertilizante fosfatado, en tanto, registró una suba de más del 100%.
Consecuencia
La importante suba del precio de los fertilizantes -que continúa- posiblemente genere una reducción de la práctica de fertilización, lo que implicará una modificación de la tendencia creciente que presentó durante las campañas 2019/20 y 2020/21, según encuestas realizadas por la Eeaoc. El aumento del área fertilizada es positivo, puesto que a diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, en la Argentina el uso de fertilizantes se encuentra por debajo de lo que extraen los cultivos.
En el país el problema no es la contaminación por exceso de fertilizantes, sino la exportación de nutrientes. La no reposición acumulativa deteriora las propiedades químicas, biológicas y físicas del suelo -calidad y cantidad de materia orgánica, minerales y estructura del suelo-, que luego ocasionan pérdidas de productividad.
En este inicio de campaña la suba del precio de los fertilizantes excede las fronteras de nuestro país ya que la relación de precios fertilizantes/granos se encuentra muy por arriba de su promedio histórico a nivel internacional. En este tipo de años se recomienda a, de mínima, devolver lo extraído por los cultivos. Mientras que en años donde esta relación es menor como en la campaña 2020/21, se debería usar dosis de reposición para mantener la salud del suelo.
FUERTE SUBA., En lo que respecta a los herbicidas, el mayor incremento se registró en el glifosato, con el 90%; el precio del fertilizante fosfatado, en tanto, registró una suba de más del 100%.
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