El libro blanco

El libro blanco

El mundo editorial vernáculo experimenta un revuelo con una novela de Seix Barral, novedad de noviembre. Su particularidad es que no aparecen, en tapa, ni autor, ni título, ni imagen; tampoco hay dato alguno en portada ni en portadilla.

El libro blanco
21 Noviembre 2021

De la muerte del autor a la operación de marketing

Una primera pesquisa ligera da como resultado que, tanto en la página de legales del libro (apenas oculto bajo un sticker semitransparente) como en la página oficial del ISBN o, incluso, al solicitar una ejemplar a distribuidora, el título se restringe a tres iniciales: UGD. ¿Qué significará UGD? ¿Serán las iniciales del título?

No es esa, a priori, la cuestión más relevante (o sí, pero por el momento hemos de obviarla). Estemos de acuerdo con ella o no, la del libro blanco nos plantea otros interrogantes. Como no iremos con todos, comencemos con algunos: ¿es una gran operación de marketing, o su contracara? ¿Es una respuesta a o una exacerbación de “la literatura del yo”? ¿Es la rezagada aproximación a un gesto de vanguardia, tendencia tan Siglo XX? Alguien preguntaba por ahí: ¿y por qué no quitar de la cubierta, también, el sello editorial? Alguien respondía con el adjetivo “ingenuo”.

Pero se trata, sí, de un desafío al lector. Pensemos en la impronta de los paratextos frente a la pureza (el blanco como símbolo de la pureza: ¿por qué no una tapa de cualquier otro color?) del texto mismo. Si “la clave está en la propia historia narrada en la novela”, como dicen desde Seix Barral, ¿qué sucede entonces con la solapa, la contratapa, esas puertas de fácil acceso que utilizamos para entrar en las historias? ¿Cuán saturados estamos de esa información previa antes de asumir un consumo cultural, cuán inseguros somos como consumidores frente al objeto comerciable? “Pacto de confianza a partir de la incógnita” reza el texto promocional, y uno continúa interrogándose si el lector realmente se rendirá ante esa incógnita, o pondrá en valor sus remachadas preferencias ante el temor a lo desconocido.

Barthes y compañía

El álbum blanco de The Beatles. El libro blanco de Cocteau. Thomas Pynchon preservando no su nombre, pero sí su rostro. Ese fantasma llamado Elena Ferrante. El reciente y resonante caso Carmen Mola. Romain Gary presentándose al premio Gouncourt bajo seudónimo porque, se sabe, ningún autor puede ganar dos veces el Gouncourt. El “Qué es un autor” de Foucault. Referencias ineludibles, formas borrosas de la autoría. Roland Barthes y la muerte del autor.

El reto de devolverle su lugar al lector, desafiarlo. La escritura como ese lugar neutro “donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe”. Eso dice Barthes. Que cuando “el autor entra en su propia muerte, comienza la escritura”, que “no existe otro tiempo que el de la enunciación, y todo texto está escrito eternamente aquí y ahora”. El error de buscar la explicación de la obra en el que la ha producido (oh la relación entre literatura y experiencia): “darle a un texto un Autor es imponerle un seguro, proveerlo de un significado último, cerrar la escritura. Esta concepción le viene muy bien a la crítica, que entonces pretende dedicarse a la importante tarea de descubrir al Autor”, sigue Barthes. Porque es el lector el espacio “en que se inscriben, sin que se pierda ni una, todas las citas  que constituyen una escritura”. Y concluye: “el  nacimiento del lector se paga con la muerte del autor”.

Ahora sí: ¿de qué va la historia?, ¿qué cuenta el libro blanco? Un breve acercamiento: comienza con una riña callejera y la amistad de un burgués tecnológico con el narrador, hasta derivar en la intervención del autor a través de elementos de la metaficción: un guión de cine, un diario personal, la novela que habla de la novela, que se interrumpe y continua.

En fin. ¿En qué momentos se develará el misterio? No lo sabemos aún. Dijimos antes que no era esa la cuestión más relevante, pero al menos alguna pista tenemos. Tanto en la página de legales del libro (ocultas, también bajo un sticker semitransparente) como en la página oficial del ISBN aparecen las iniciales JJCB. Muchos ya han arriesgado nombres, sobre todo un nombre. Veremos qué otras novedades nos depara este hermoso revuelo.

© LA GACETA

Hernán Carbonel - Escritor y periodista.

Su último libro es Sedimentos (La Papa, 2021).

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