Hidrógeno verde: “En la Argentina no tenemos el conocimiento para desarrollar esa tecnología”

Hidrógeno verde: “En la Argentina no tenemos el conocimiento para desarrollar esa tecnología”

El científico Guillermo García, que obtuvo el Premio Houssay Trayectoria, dice que el gas que se pretende fabricar en Río Negro sería de alta pureza y valor agregado.

“Al hidrógeno lo puedo transportar a donde quiera, la idea es que Argentina exporte hidrógeno verde, hay otros que se llaman gris y azul. El verde se produce sin contaminar a partir de la energía renovable; el gris se fabrica a partir de hidrocarburos, pero deja residuos contaminantes y el azul, que contamina menos, se le aplican otras tecnologías, a partir de alcoholes e hidrocarburos”, señala el doctor en Ciencias en Ingeniería Eléctrica Guillermo Oscar García, investigador del Conicet, que en el año pasado recibió el Premio Houssay Trayectoria, y es además profesor visitante en la South West Jiaotong Technical University (China) y miembro del Institute of Electrical and Electronics Engineers.

- ¿Por qué se afirma que el hidrógeno verde es la energía del futuro?

- No estoy muy de acuerdo con esa idea. Esta historia del hidrógeno va desde el dirigible hasta la bomba del hidrógeno verde, como salió en Página/12. El hidrógeno es un gas y el elemento más liviano de los elementos químicos de la tabla periódica y desafortunada o afortunadamente, no se encuentra libre en la naturaleza, no existe, no puedo ir a recolectar hidrógeno, entonces hay que producirlo, fabricarlo. Hay diferentes formas, una es la electrólisis, partiendo de agua, haciendo circular una corriente eléctrica, puedo separar las moléculas de oxígeno e hidrógeno, todo el mundo sabe que el agua es H2O, dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Haciendo circular agua puedo separar los dos gases.

- ¿Para qué sirve el hidrógeno?

- Para un montón de cosas. No solamente como vector energético porque no es una energía primaria, tengo que producirlo, fabricarlo, gastando otro tipo de energía, en este caso la electrólisis, la energía eléctrica. Produzco hidrógeno, lo quiero usar para lo que sea, necesito almacenarlo, transportarlo y después usarlo del otro lado. Los usos del hidrógeno son muchos, además de generar energía. Si yo, del otro lado, junto el hidrógeno y el oxígeno y hago una chispita se produce una explosión. Podemos usarlo como combustible, en lugar de usar gas en los vehículos de combustión interna. Lo bueno, lo fantástico, es que por el caño de escape saldría H2O, agua destilada. Recuerdo haber visto un dibujo de un auto circulando con combustión con hidrógeno y por el caño de escape salía agua destilada e iba regando un cantero en una avenida. Es una visión muy romántica, pero no imposible.

- ¿Hubo experiencias anteriores?

- En la época de ese dibujo, estaba de moda el hidrógeno, Japón había apostado a desarrollar vehículos eléctricos con celdas de combustible, no con motores de combustión interna que usan hidrógeno, sino transformando al hidrógeno adentro de una celda de combustible directamente en energía eléctrica que es muchísimo más eficiente que quemarlo adentro de un motor de combustión interna. Contaminación cero. BMW, en Alemania, estuvo durante un buen tiempo con dos o tres prototipos funcionando con hidrógeno, fantástico, ahora por qué no se desarrollaron los motores de combustión interna con hidrógeno. Primero: eso que se dice tan fácil de transportar el hidrógeno, meterlo dentro de un tanque, es complicadísimo. Se gastó energía para producirlo, para comprimirlo, hacerlo líquido y poder transportarlo. Es caro comprimirlo. Por otro lado, cada vez que hago una conversión, pierdo energía. Entonces el rendimiento de un automóvil que funcione con hidrógeno es del 10 o 15% nada más, mientras que en un buen motor diésel es de 30% o más. O sea que no parecería ser un buen negocio tener un vehículo con hidrógeno.

- ¿Por qué este asunto del hidrógeno verde provoca tanto revuelo no solo en nuestro país?

- ¿Qué se pretende hacer en la Argentina de acuerdo con este convenio o proyecto con la empresa australiana? Nosotros tenemos energía eólica en la Patagonia, pero no la podemos explotar, porque no tenemos cable suficiente, hay una línea de transmisión muy pequeña, que no alcanza para traer la energía eólica de la Patagonia y una forma de almacenar esa energía es transformarla en hidrógeno y la idea es exportarlo. Entonces no está orientado a vehículos como por ahí se dice, sino a otras aplicaciones. Hay aplicaciones industriales para producir acero, refinerías de petróleo que usan hidrógeno. La forma de producir hidrógeno de alta pureza es la electrólisis, pero es mucho más barato agarrar un gas natural, romper las moléculas y sacar el hidrógeno por un lado y el resto de los componentes, por otro. Ese gas hay que filtrarlo, purificarlo, no sale con la pureza adecuada para algunos usos, como usarlo en una celda de combustible para generar energía eléctrica. Este gas que se pretende fabricar en Río Negro sería de alta pureza y valor agregado y se pretende exportarlo además de usarlo en el país.

- ¿Qué ocurre con los vehículos pesados?

- En los vehículos pesados (un tren, un barco), ahí la ecuación cambiaría y sería factible utilizar la combinación de almacenamiento de energía en hidrógeno y en baterías de litio. Por otro lado, el hidrógeno es peligrosísimo porque explota; los dirigibles fracasaron porque se prendían fuego. Está bien que hoy tenemos otra tecnología más avanzada, hacer un laboratorio para experimentar con hidrógeno es complicadísimo. El hidrógeno no tiene olor, hay que usar sensores especiales. La empresa australiana aparentemente tiene la tecnología para generar hidrógeno a partir de la energía eólica y del agua. No sé si piensan comprimirlo o licuarlo, también hay otros métodos de usar unos materiales que hacen las veces de esponja, absorben el hidrógeno y se transporta de una manera segura y después se lo saca del otro lado para usarlo.

- ¿Por qué la Argentina no tiene esa y otras tecnologías? ¿El Estado no invierte en desarrollarlas?

- No desarrollamos un montón de tecnologías, no fabricamos una batería de litio, un teléfono celular, un televisor… porque no tenemos la tecnología, Argentina integra partes que se traen de otros lados. No, no tenemos el conocimiento para desarrollar esa tecnología, tampoco la gente. Eso requiere una inversión durante varias generaciones y continuidad de los proyectos. Argentina desarrolló tecnología nuclear, costó un montón de tiempo, mandar gente al exterior, capacitarla, investigar y cuando tuvimos los recursos humanos para poder producir cosas, alguien dio la orden de parar todo. La gente que se había formado, se jubiló, se murió y hoy, no tenemos más esa capacidad. Eso ocurrió con varios proyectos en el país.

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