“La palabra”

“La palabra”

Por Guillermo Siles - Doctor en Letras y Escritor.

02 Noviembre 2021

Alfonsina Storni, la más celebrada poeta argentina del siglo XX es eso y mucho más: un mito. Fue la que libró innúmeras batallas para abrirse paso en el campo literario de su época. Ni las críticas de los vanguardistas nucleados en la revista Martín Fierro ni las ironías borgianas, que intentaban desacreditar su poesía, opacaron su popularidad y su éxito de público. Fue la mujer, hija de inmigrantes, maestra y madre soltera que emigró de Santa Fe a Buenos Aires para criar sola a su hijo y desarrollar su obra con mayor libertad; la que escribió más notas y artículos periodísticos que poemas porque necesitaba vivir de la escritura; la que militó en el socialismo y bregó por la necesidad de implantar el voto femenino.

Alfonsina, por su clara inteligencia, fue capaz de dar un giro en su obra, de abandonar los poemas de rima fácil, de experimentar con las formas y escribir antisonetos en Mascarilla y trébol (1938), su último libro.

Fue la que se autofiguró como loba y oveja descarriada, la que fantaseaba teñirse el pelo de plateado o violeta como lo usan las chicas de hoy; la que escribió un epitafio para su tumba y estampó su nombre en el poema.

Amó a Horacio Quiroga y después de que él se suicidó le escribió en un poema: “no se vive en la selva impunemente ni cara al Paraná... bien por tu mano firme, gran Horacio, allá dirán”.

Cuando llegó el final se despidió de su hijo por carta diciéndole: “suéñame, que me hace falta. Te quiere, tu hermana, Alfonsina”.

Con su obra Storni produjo la apertura del canon de la poesía escrita por mujeres y comprendió que no necesitaba la mirada del otro para legitimarse, así transformó el deseo de amar en el de escribir para la posteridad: “oponer una frase de basalto/ al genio oscuro que nos desintegra”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios