28 Octubre 2021
Nicolás López Asís
Licenciado en Nutrición
Una ley de etiquetado frontal es importante para que la población tenga información clara y sencilla a la hora de adquirir un alimento, ya que la información nutricional que se encontraba detrás de los productos era demasiada pequeña y técnica, por lo general dirigida a profesionales de la nutrición. Además, permite combatir el “charlatanismo nutricional”, termino utilizado para destacar la desinformación que genera cierta publicidad engañosa sobre ciertos productos. Teniendo en cuenta que seis de cada 10 argentinos presenta sobrepeso u obesidad, es una herramienta útil para combatirla, siempre y cuando sea una medida dentro de una política sanitaria bien planificada.
Sin embargo, la ley de etiquetado frontal aprobada en la Argentina tiene algunas falencias. La ley solo se aplicará a productos envasados, por lo que quedan fuera de la ley muchos productos como los de panadería, puestos de comida callejeros, bares, etc. Además, sólo se va a destacar lo negativo de ciertos productos, demonizándolos; y no se destacará lo positivo de otros. El etiquetado frontal debería ser para “todo” alimento destacando lo negativo y positivo del mismo.
Para que esta ley tenga realmente un impacto sanitario, y no sea una medida aislada sin sentido, debería contemplar educación nutricional a los padres, que son los intermediarios entre los niños y el producto; educación nutricional usando medios de comunicación masivos, subsidiar o disminuir impuestos en productos saludables como frutas y verduras, entre otros.
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