Ahorrando energía en casa contribuimos con el mundo

Ahorrando energía en casa contribuimos con el mundo

El aporte ciudadano.

Por iniciativa del Foro Energético Mundial (World Energy Forum), en 2012 se estableció al 21 de octubre de cada año como Día Mundial del Ahorro de Energía, y por eso el último jueves se celebró esta jornada que tiene por objetivo concientizar sobre el consumo energético que se tiene en la vida cotidiana.

Entendiendo que esto tiene que ver con el futuro del planeta y que la producción de energía ocasiona grandes daños ambientales, la Organización de Naciones Unidas (ONU) llamó a celebrar la fecha y remarcó que “cuidar, administrar responsablemente y ahorrar energía es la principal herramienta para luchar por un futuro sostenible y prevenir catástrofes naturales”. Hoy, los índices mundiales de impacto ambiental demuestran que en los últimos meses la explotación y producción de energía proveniente de combustibles fósiles aumentó y eso va en detrimento de la contaminación y el calentamiento global, pero cada uno de nosotros tiene la posibilidad de colaborar con esta problemática a través de hábitos diarios que nos permitirán ahorrar energía, pero también tener un futuro más sustentable.

Utilizar la luz natural el mayor tiempo posible en nuestros hogares mientras sea posible, puede resultar clave, al igual que desenchufar dispositivos, aparatos, cargadores y electrodomésticos que no se encuentren en uso. Además de considerar que el consumo de energía debería formar parte de la educación cívica de cualquier ciudadano, el Foro Energético Mundial recomendó también cuidar el consumo del agua; realizar ciclos de lavados cortos en el lavarropas; adquirir energías renovables y controlar el consumo de televisores, computadoras, sistemas de calefacción o refrigeración.

El Ente Regulador de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán también brindó consejos para que los usuarios puedan ver reflejado en sus facturas una reducción del consumo y el costo.

El organismo estatal indicó que la utilización de focos bajo consumo permite ahorrar hasta un 75% de energía, mientras que graduar el aire acondicionado en 24 grados contribuye al ahorro porque cada grado extra incrementa un siete por ciento más de consumo. Descongelar el freezer también es fundamental porque la escarcha de hielo genera un aislamiento que puede aumentar un 20% el gasto eléctrico.

Entidades ambientalistas como Greenpeace afirmaron que el cuidado de los recursos naturales es una de las grandes preocupaciones ambientales de la actualidad. Y de acuerdo a lo detallado en el informe “La recuperación económica con renovables” asegura que la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas natural y el petróleo, provoca las emisiones más altas de CO2 del planeta. Estos métodos de producción energética resultan altamente dañinos para el medioambiente y por eso se concluye en que el principal emisor de CO2 es el sector energético.

Sin embargo, un reciente informe de la agencia medioambiental de la ONU advirtió que los gobiernos proyectan un aumento colectivo de la producción mundial de petróleo y gas a lo largo de las próximas dos décadas, a pesar de haber elevado sus compromisos climáticos para limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5°C. El trabajo sobre la Brecha de producción 2021, indica que de cara al 2030 en el mundo se producirá alrededor de 110% más de combustibles fósiles de lo que sería coherente con el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5°C, y un 45% más de lo que sería coherente con la trayectoria de 2°C.

Mejora de Argentina

El último índice de transición energética que mide el Foro Económico Mundial de Davos realizado por este organismo internacional y Accenture, una compañía global de servicios y consultorías, muestra el avance de la transición energética en la última década a partir de medir el panorama energético mundial y el cambio climático. El análisis compara el desempeño actual de los sistemas energéticos de 115 países en tres dimensiones: desarrollo y crecimiento económico; sostenibilidad ambiental y seguridad energética; y, por último, acceso a la energía.

De acuerdo a ese trabajo, Argentina subió nueve puestos en el índice de transición energética que mide el Foro Económico Mundial de Davos. En el último año, el país avanzó del puesto 56 al 47 en 2021, según el índice de transición energética (ETI, por sus siglas en inglés) que se realiza desde hace una década y establece una puntuación a los distintos países sobre el avance hacia las energías limpias.

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