Rodríguez Larreta: “aquí el plan no existe y ni siquiera están de acuerdo en el Gobierno”

Rodríguez Larreta: “aquí el plan no existe y ni siquiera están de acuerdo en el Gobierno”

El jefe de Gobierno porteño le reclamó responsabilidad al kirchnerismo.

- Has estado recorriendo el Norte Grande argentino en los últimos días…

- En dos días estuve en Chaco, en Formosa, en Salta, ahora en Tucumán y mañana (por hoy) en Santiago del Estero. Aprovecho el fin de semana largo, cuando puedo irme de mis responsabilidades en la ciudad de Buenos Aires, para apoyar a nuestros candidatos. Es muy importante esta elección para la Argentina. Aprovecho la oportunidad para escuchar a la gente. Estuve recién caminando por las peatonales. Estuve también en la Federación Económica (de Tucumán), escuchando las inquietudes de los productores y de los comerciantes. Muy interesante. Y muy preocupante…

- Sobre todo la situación del norte. ¿Es mucho el contraste con el resto del país?

- Mirá, primero, mucho contraste social en el norte. Y después, las economías regionales tienen un potencial enorme y no se explica cómo no se lo explota. Por ejemplo, tenemos litio en el norte del país y entonces las fábricas de pilas deberían estar aquí. Tenemos el algodón en Chaco y en Formosa: deberíamos tener las fábricas textiles acá. Si no hacemos una fuerte política de desarrollo de las regiones vamos a seguir con esta hiperconcentración en el Área Metropolitana de Buenos Aires, en el Gran Rosario, en el Gran Santa Fe. Y eso no es bueno ni para las provincias ni para el Área Metropolitana, que a estas alturas ya no puede brindar servicios para tanta gente. Hay que tener un plan a largo plazo, que lo sostengamos en el tiempo, para potenciar las economías regionales. Acá en Tucumán tenemos los limones, de los que son los mejores productores en la Argentina y en el mundo. Tenemos los arándanos, que es una industria relativamente más nueva. Ni hablar del azúcar. Podrías estar potenciando la producción acá para un mundo que necesita alimentos y se daría trabajo a mucha más gente. Si me preguntás hoy por una palabra como desafío, es “trabajo”. Necesitamos trabajo a lo largo del país. Trabajo privado, trabajo genuino.

- ¿Qué lectura hacés del triunfo de Juntos por el Cambio y de la derrota del Frente de Todos en las PASO?

- Primero, que la gente se hizo eco del “basta”. De este “basta” del avance del oficialismo sobre las instituciones. Basta. La gente está harta. Basta de un gobierno nacional que promovió el cierre de las escuelas. ¿Vos viste la pelea que yo tuve que dar en la ciudad de Buenos Aires cuando me quisieron cerrar de prepo las escuelas? Me tuve que plantar. ¡Me metieron una denuncia! Tuve que insistir. No cerré las escuelas. Fui a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que me dio la razón. Fue una pelea porque querían cerrar las escuelas. En la provincia de Buenos Aires tuvieron cerradas las escuelas casi toda la primera mitad del año, mientras que nosotros, en la ciudad de Buenos Aires, tuvimos todos los días a los chicos en las escuelas desde el 17 de febrero. Son dos modelos de país diferente. O apostamos a la educación o cerramos las escuelas. Y ahora a la promoción (de fin de curso) le queremos pagar las vacaciones… El foco debe estar puesto en los chicos en clases. Por eso defiendo a nuestros candidatos, que van con las banderas de la educación y del trabajo. La gente le dijo basta a este Gobierno. Basta de la reforma judicial, basta la ley del procurador (general de la Nación) que avanza sobre los fiscales. Por eso es que hemos tenido tan buena elección a lo largo de todo el país. Además, hemos mostrado unidad. El hecho de tener una oposición unida, que es algo atípico en la Argentina, también es un muy buen mensaje. Y otro muy buen mensaje es cómo al día siguiente de las PASO todas las listas están trabajando juntas. Mirá el ejemplo acá, en Tucumán: vengo de recorrer la ciudad tanto con Germán Alfaro como con Roberto Sánchez, que estaban en listas diferentes y hoy trabajan de igual a igual. Lo mismo pasa en toda la Argentina: Diego Santilli y Facundo Manes en provincia de Buenos, en Córdoba estuve tomando un café con Mario Negri y Luis Juez, juntos. Lo mismo pasa en Santa Fe… Es un ejemplo de unidad firme que le va a decir basta a este gobierno. Cada diputado y cada senador puede contribuir a aumentar nuestro bloque y que tengamos más parlamentarios que ellos.

- Se atribuye a parte de tu entorno el análisis de que la grieta sirve para ganar elecciones, pero no sirve para gobernar. No le sirvió para gobernar a la última gestión de Cristina Fernández de Kirchner, los resultados están a la vista con el gobierno de Mauricio Macri y ni hablar del gobierno de Alberto Fernández. ¿Cuál es la alternativa para la grieta?

- La grieta es una catástrofe para la Argentina. La grieta no te da más educación, no te da más salud. La grieta divide a los argentinos en dos. Tenemos que terminar con eso. La alternativa es que construyamos un gobierno de unidad. Donde la mayoría, porque nunca van a ser todos y está bien que haya pluralidad de voces, nos pongamos de acuerdo en un proyecto común en el que, además, nos comprometamos a sostenerlo en el tiempo. La Argentina sólo va a salir adelante si podemos trazar una visión y un plan que sostengamos durante 20 años. Eso es lo que necesitamos. Después, cuando cambia el gobierno, puede haber matices, pero tenés una visión que no se discute. Por ejemplo: somos un país que tiene que aumentar muchísimo las exportaciones. Exportamos poquito de nuestro producto. Eso beneficiaría a Tucumán y a las economías regionales. Somos un país que tiene que lograr estabilidad. No podemos tener una inflación del 30%, 40%, 60%; y otro año del 50%. No hay país que se sostenga sin moneda. Necesitamos un gobierno y un plan que priorice el empleo, que baje los impuestos al trabajo, que ponga toda la energía en generar nuevos puestos de trabajo. Escuchaba recién en la FET sobre la economía del conocimiento: aquí en Tucumán podrían tomar 2.000 personas por año, con sueldos mucho mejores a los del promedio. Hay que promover eso, así como la enseñanza de tecnología: nos contaban de necesitan la gente para trabajar pero que les cuesta conseguir la gente formada en programación. Ahí está el rol del Estado. Nosotros, en la ciudad de Buenos Aires, definimos en Parque Patricios un distrito tecnológico, les dimos un apoyo especial, capacitamos chicos y hoy hay 25.000 personas trabajando en las industrias del futuro: no había ninguna.

- La semana pasada sobreseyeron a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa “Memorándum con Irán”. Ya la sobreseyeron también en la causa “dólar futuro”. Y hay una veintena de ex funcionarios kirchneristas procesados en la gestión anterior que ya fueron puestos en libertad. ¿Qué hay que hacer con la Justicia? ¿Tenemos una Justicia que responde política y electoralmente? Te lo pregunto porque tenés en la Justicia la causa contra el recorte de $ 30.000 millones que la Nación le hizo a la coparticipación de la ciudad de Buenos Aires.

- Mirá: lo mejor que podemos hacer con la Justicia los que estamos en los cargos ejecutivos es nada. No hay que tener, ni pretender tener, ninguna injerencia en la Justicia. Hay que dejar que la Justicia funcione de forma independiente. No hay que meterse. Eso lo tenemos que hacer sostenido en el tiempo. Justamente, lo que podemos hacer desde el poder político es frenar impulsos como los que ha tenido el kirchnerismo para la “reforma judicial”: armaron una comisión asesora para la reforma y pusieron al abogado de Cristina. Eso es insostenible. O frenar la ley del procurador, que le daba un poder enorme a la política para presionar y después enjuiciar a los fiscales. Nuestra responsabilidad fue frenar esas leyes. Por eso es tan importante tener más diputados y más senadores. Entonces, lo que tenemos que hacer es no meternos, es no querer tener injerencias, no querer presionar ni incidir sobre los jueces, que tienen que dictar libremente sus fallos. Cuando vos ves, como bien vos dijiste, que hay muchos ejemplos de fallos que cambian cuando cambia el poder político, eso muestra que no hay independencia. Y no hay destino en el país si no le damos verdadera independencia al Poder Judicial.

- Nuestra provincia tiene por estos días un alto índice de exportación de funcionarios a la Nación. Ahora, el gobernador Juan Manzur es jefe de Gabinete. ¿Qué impresión tenés sobre esa cuestión? Institucionalmente, ¿se abrió alguna expectativa para el discriminado gobierno de la ciudad de Buenos Aires? ¿O creés que vamos hacia una profundización del modelo de este cuarto kirchnerismo?

- Mirá, la profundización del modelo la fijan el Presidente y la Vicepresidenta, que son quienes conducen. El Presidente tiene derecho a elegir a su Gabinete y a su jefe de Gabinete. En eso yo no me meto. Los responsables son ellos. Ahora, la imagen que dieron la semana posterior a la derrota, cuando se pelearon públicamente, cuando la Vicepresidenta mandó una carta pública cuestionando al Vicepresidente, el Presidente contestando, renunciaron unos que después no renunciaron, y otros que sí renunciaron no habían renunciado, fue un papelón. Un papelón en un momento en que la gente en la Argentina tiene mucha angustia por la situación económica y social que vivimos. ¡Imaginate si a esa angustia, producto además de un largo proceso de pandemia, le sumamos que en el seno del Gobierno se pelean entre ellos! Es una catástrofe. Es un pésimo mensaje. Hay que tener responsabilidad para transmitirle tranquilidad a la gente. Exactamente lo contrario a lo que hizo el Gobierno. Después, los funcionarios que nombren o dejen de nombrar, es responsabilidad del Presidente. Como dice la Constitución Nacional, el Poder Ejecutivo es unipersonal. Está representado y responsabilizado en una persona.

- ¿Hoy es unipersonal?

- Es una buena pregunta. ¿Sabés que lo dije y después pensé: “en la Argentina por ahí no es tan así”? La verdad es que deja dudas. Cuando vos ves esta pelea pública que se dio esta semana... La Vicepresidenta condicionándolo (al Presidente)… Pero bueno: son el partido gobernante. Justamente, por estas incongruencias, por estas idas y vueltas, de contradicciones que tienen, es que nosotros proponemos una alternativa. Una alternativa en la cual estamos todos juntos. Obviamente, no todos tenemos exactamente la misma visión en todos los temas porque somos un espacio plural. Pero estando en el gobierno no me vas a ver a mí discutiendo con mis ministros en la ciudad de Buenos Aires, o discutiendo con el vicejefe. No existe eso. Si existen diferencias, que las puede haber, a puertas cerradas y transmitiendo una visión clara. Uno de los grandes problemas que tenemos hoy es que no hay un plan. El Gobierno a la mañana dice una cosa y a la tarde dice otra. Uno dice una cosa y el otro dice otra. No puede funcionar así. Tenemos que tener un plan en el que estemos de acuerdo todos, o por lo menos la mayoría. Acá, el plan no existe y ni siquiera están de acuerdo dentro del propio Gobierno.

- El Gobierno ha anunciado una batería de medidas económicas que, si bien da la impresión de que no tendrá un impacto real antes del 14 de noviembre, sí va a tener un impacto severo en la economía. Una nueva ola de jubilaciones, una nueva ola de jubilaciones para ampliar los planes sociales, ahora se duplicó el monto de las Asignaciones Familiares… Como hombre a cargo de una de las economías estatales más grandes de la Argentina, ¿cómo estás mirando esas disposiciones?

- Con mucha preocupación. La primera preocupación es la falta de respeto del Gobierno que dice que “poniéndole ‘platita’ a la gente en el bolsillo” los van a votar. Esa es una subestimación a la inteligencia de los argentinos. Creer que alguien los va a terminar votando porque le prometan un plan social un mes antes, que después lo terminan cobrando tarde, mal y nunca, es realmente una falta de respeto. Y lo dijeron ellos: el segundo candidato (a diputado) en la provincia de Buenos Aires (Daniel Gollan), ni más ni menos. Después, si eso no se puede financiar genuinamente, la emisión se llama inflación. La emisión termina tarde o temprano en inflación. ¿Y sabés quiénes sufren más la inflación? Los que menos tienen. Entonces lo que están haciendo, gastando lo que no tienen y financiándolo con emoción, se lo están haciendo pagar a los que menos tienen.

- Rescato esto que dijiste acerca de que las diferencias en Juntos por el Cambio se resuelven puertas adentro. Efectivamente, no hemos visto diferencias entre vos y Mauricio Macri cuando estabas en tu primera gestión en la ciudad de Buenos Aires y él era presidente. Vemos ahora que María Eugenia Vidal ha vuelto a encontrar un lugar (es candidata a diputada por CABA), Patricia Bullrich otro tanto (preside el PRO nacional), Santilli lidera la lista de diputados en la provincia… ¿Cuál es el lugar de Macri, como ex Presidente, en este presente?

- Mauricio es parte de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio, donde participamos los gobernadores, entre los que me incluyo, los jefes de los bloques de diputados y de senadores, los presidentes de los partidos, Mauricio y algún otro dirigente. Somos más o menos 15, que nos reunimos semana de por medio, muchas veces por “Zoom” porque hay muchos del interior. Mauricio es integrante de esa mesa de conducción que ayudó a garantizar la unidad de Juntos por el Cambio a lo largo de todo este proceso. Tiene un rol muy importante ahí y participa siempre. A partir de eso ha estado en las campañas. En Capital (Federal), en provincia de Buenos Aires, en Córdoba… Ahora está afuera: apenas vuelva seguro se va a reintegrar a la campaña.

- Quería consultarte no si te ves como presidenciable, para no preguntar obviedades…

- Falta mucho para eso…

- Y además esa es la respuesta políticamente correcta…

- ¿Vos decís que la respuesta era una obviedad también? (Se ríe)

- Lo que sí me interesa preguntarte, con independencia de los nombres, es sobre los signos de la fórmula presidencial para 2023. La de 2015 fue netamente del PRO (Macri y Gabriela Michetti). La de 2019 lo incorpora a Miguel Ángel Pichetto, embanderado en el “peronismo republicano”. Los socios radicales vienen “pidiendo pista” para la fórmula desde hace bastante tiempo. ¿Hacia dónde creés que vaya la fórmula de 2023? ¿A reunir dos fuerzas, no importa cuáles sea? ¿A una fórmula puramente del PRO? Porque, finalmente, la fórmula netamente PRO ganó en 2015, mientras que la mixta de 2019 perdió.

- Yo creo en la amplitud, por definición. Primero, creo que a la fórmula la tiene que definir la gente. Lo más sano es que haya una PASO de la que participen todos los que quieran. Es lo más sano y en esta elección (del 12 de septiembre) quedó probado que es el mejor mecanismo. Tuvimos primarias (con al menos dos listas de Juntos por el Cambio) en 17 provincias y, entre otras cosas, gracias a las PASO ganamos la elección. Con lo cual creo que debemos mantener el mecanismo de cara a todos los cargos electivos en 2023: no sólo de Presidente. Tenemos que promover las PASO. Que haya una sana competencia. Que la gente elija. Segundo: yo creo en la amplitud. Así como digo que tenemos que tener un espacio más amplio, que debemos tener un plan a largo plazo y que debemos buscar consensos más amplios, creo que sería sano que la fórmula represente eso. Hoy, adelantarme a decir que va a haber uno y uno es un poco prematuro. Pero la amplitud es un valor que debemos tener en cuenta y que debemos reconocer. Me gusta hablar con los hechos: en 2019 en la ciudad de Buenos Aires, cuando fui reelecto, el espacio en ese momento incluía desde el partido que presentaba José Luis Espert hasta el socialismo. Todos. Con amplitud. Y no como un acuerdo electora, sino como un acuerdo de Gobierno. Todos participan en el Gobierno. Tenemos un gobierno de coalición, que es lo que yo creo que la Argentina necesita para trazar un plan que sea sostenido en el tiempo.

- Arrancamos esta entrevista con una definición tuya: “Es muy importante esta elección para la Argentina”. ¿Por qué lo es?

- Por dos motivos. Primero, para ponerle un freno y decirle basta al kirchnerismo. En su vocación por tener cerradas las escuelas. Basta de avances sobre la Justicia. Basta de reformas judiciales. Basta de inseguridad. Basta de narcotráfico, que es uno de los temas que más recogí en las provincias del norte. Eso requiere de una decisión política del Gobierno nacional. Basta de un país que no genera trabajo: es desesperante. No se genera empleo en ninguno de los sectores. Basta. Pero a ese “basta” también debemos acompañarlo de propuestas para abordar estas cuestiones. La educación debe ser la prioridad número uno: no hay futuro si no hay educación. Segundo: un plan para generar trabajo. Para aflojar con los impuestos a las empresas que generan trabajo. Para generar un plan de capacitación para las nuevas tecnologías. Para eso les pido a los argentinos y a los tucumanos que acompañen a nuestros candidatos.

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