Por Marcelo Aguaysol
29 Septiembre 2021
Durante el primer semestre de este año, la recaudación del impuesto sobre los Ingresos Brutos en las provincias evidenció un crecimiento real del 13,9% en comparación con su recaudación de la primera mitad de 2020.
Pero el comportamiento del cobro de tributos provinciales muestra una tendencia que la actividad económica viene advirtiendo como un riesgo para la competitividad y para el desenvolvimiento del sector privado: el aumento de la presión impositiva.
La presión tributaria efectiva de Ingresos Brutos, es decir el cociente entre la recaudación semestral del tributo y el producto anual, creció 0,1 punto porcentual en 2020 respecto a 2019, y lo hizo en la misma magnitud en el corriente año, señala el diagnóstico realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Ingresos Brutos representó el 72,2% de la recaudación propia de las provincias entre enero y junio de 2019; en 2020 el 75,3% y finalmente en el mismo período de este año el 73,9%.
"Es decir que aún en el año de mayor impacto de la pandemia de la Covid y el aislamiento sobre el nivel de actividad, se observó un aumento en la participación de Ingresos Brutos en 2020, en detrimento de Sellos y de Automotor, situación que fue revertida este año.
Esto se explica por la mayor volatilidad del impuesto a los Sellos y Automotor, que en el primer semestre de 2020 con la crisis sanitaria cayeron en mayor medida que los ingresos brutos (-29,1% y -25,2% respectivamente frente a -8,7% del principal tributo declarativo), y, opuestamente, en 2021 en plena recuperación sellos y automotor crecieron en mayor cuantía que estos (44,3% y 30,2% respectivamente, frente al mencionado crecimiento real del 13,9% Ingresos Brutos)", explicaron los economistas del instituto Nadin Argañaraz y Ariel Barraud.
Tomando el acumulado al primer semestre de este año, la recaudación de Ingresos Brutos en el consolidado de una veintena de provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mostró una variación nominal interanual del 65,3% en comparación con 2020, lo que corresponde a un crecimiento real del 13,9%.
Por su parte el impuesto al cheque exhibió una variación real del 8,6%, en tanto que la recaudación en concepto de IVA creció un 17% en términos reales en el mismo plazo.
"Es importante mencionar que estos tres tributos representan el 42% de la recaudación consolidada nacional y provincial de Argentina", advierte el diagnóstico privado al que accedió LAGACETA.COM.
Aunque con distintas intensidades, Ingresos Brutos cayó hasta abril de 2020 de manera análoga a la que lo hicieron IVA y Cheque.
En ese mes, todos los tributos alcanzaron su mínimo para luego, en sintonía con la evolución de la actividad económica medida por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), comenzar a recuperarse.
En esta segunda parte, indica el Iaraf, la evolución de Ingresos Brutos resultó más en línea con la que mostró el impuesto al cheque, con la excepción del periodo que va entre octubre de 2020 y febrero pasado, en el que el tributo provincial tuvo una performance más asimilable a la de IVA.
A junio de este año, puntualiza el reporte de la consultora, se observa que Ingresos Brutos superó el nivel existente previo a la pandemia, concretamente dicho mes se ubicó un 9% por encima del nivel de recaudación de junio de 2019.
El impuesto al Cheque logró ubicarse en el mismo nivel, e IVA, si bien muestra signos de recuperación, aún se encuentra por debajo del nivel base mencionado (junio último).
Durante los ocho primeros meses de este año, la Dirección General de Rentas de Tucumán alcanzó una recaudación de $ 36.363 millones (casi la misma cantidad de dinero, en moneda corriente, que el alcanzado en todo 2020), de los cuales cerca del 82% corresponde al cobro de Ingresos Brutos ($ 29.750 millones).
El segundo tributo de mayor importancia en la torta recaudatoria es Sellos, con un 6,6% (unos $ 2.407 millones).
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