Sin gol no puede soñar

Sin gol no puede soñar

Otra vez, San Martín dispuso de posesión y dominio de partido. Pero una vez más, equivocó los caminos cuando se aproximó al arco enemigo. El tercer empate en fila lo dejó aún más lejos de la cima.

Sin gol no puede soñar

En el “Guillermo Laza” San Martín dejó pasar una de sus últimas chances de pelear por el primer puesto en la zona A de la Primera Nacional. El empate dejó al “Santo” a seis de Almirante Brown (que hoy visita a Gimnasia y Esgrima de Mendoza y puede estirar la diferencia) y fue superado en las posiciones por Quilmes. Sí, la tarde de sábado fue un dolor de cabeza total para el “Santo”.

En el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Martín le dio continuidad a lo que había mostrado hace algunos días en La Ciudadela ante Belgrano. Otra vez exhibió buen juego asociado, toque, triangulación... todo eso hasta el ingreso al área rival. Sí, justo hasta la zona en la que debe ser “picante” si pretende ser candidato a uno de los ascensos a la Primera Nacional.

Ante Riestra, el “Santo” sumó su tercer 0 a 0 en fila y, casi, le dijo adiós a sus aspiraciones de luchar por el boleto que entregará un lugar para disputar la final por el primer ascenso. Lo que los dirigidos por Pablo De Muner mostraron ayer fue poquísimo para poder solventar sus sueños grandes. Pero que San Martín no haya podido sumar de a tres una vez más, se resume en una sola cosa: no sabe cómo entrarle a sus rivales y peca demasiado en la zona de fuego.

“Qué bien juega San Martín”, “es un equipo bien estructurado”, “mueve la pelota muy bien”, “conoce muy bien su libreto”. Los elogios del comentarista televisivo caían uno tras otro. Y está bien; porque el “Santo” hasta tres cuarto de cancha muestra atributos de equipos con pretensiones. Sabe muy bien lo que debe hacer, maneja los partidos, impone condiciones y muestra sus credenciales. Pero el problema aparece cuando se acerca al arquero de enfrente.

¿Cómo puede ser que al “Santo” le cueste tanto hacer un gol? Ni con uno, ni con dos, ni siquiera con tres delanteros logra conseguir su objetivo. Está claro que cantidad no es calidad y en La Ciudadela pueden dar fue que el equipo mete gente en el área rival, mueve el balón, intenta buscar los espacios, pero falla en el toque final.

“Los errores de mis jugadores son mis errores”, se justificó De Muner tras el amargo empate en la casa del “Blanquinegro”.

Si el pase no es largo, queda algo corto; o sino, nadie intenta la personal para quedar mano a mano con el arquero o buscar, aunque sea, un penal. Ese es el principal déficit que viene mostrando el “Santo”. Porque para meter goles hay que buscarlo y San Martín, en los últimos partidos, dio la impresión que no supo cómo encontrar los espacios.

Sin gol no hay paraíso en el fútbol y el tercer empate consecutivo (no marca goles desde hace 270 minutos) dejó a San Martín casi con la ñata contra el vidrio. Pero la “parda”, sumada a la victoria de Quilmes, dejó al “Santo” cuarto en las posiciones, el último lugar que otorga un lugar para jugar en el Reducido. Por eso, la misión inmediata deberá ser comenzar a ajustar la mira para evitar que el panorama se haga más oscuro que lo que asoma hoy.

Si quiere ser candidato a uno de los boletos al fútbol grande, San Martín deberá mostrar otro apetito ofensivo. No alcanza con una o dos situaciones por partido; eso tiene que mejorar urgente si no quiere que las ilusiones se le esfumen de sus manos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios