Público en los estadios, presiones y situaciones insólitas

Público en los estadios, presiones y situaciones insólitas

Las presiones para que el público vuelva a los estadios de fútbol está en un punto límite en las competencias nacionales. Y vale la aclaración sobre lo de nacional, porque en ámbitos provinciales (obviamente incluyendo a Tucumán), se está haciendo lo que se quiere.

No se entiende por qué todavía el ingreso al fútbol esté en veremos, siendo que en otros deportes esa posibilidad quedó habilitada hace tiempo, controlada sí, pero habilitada. A menos que haya cuestiones extradeportivas en juego. Un rumor surgido hace algunos días da cuenta de que la dirigencia no quiere saber nada todavía, para evitarse complicaciones ante la presión que ejercen los barrabravas. Llegado el caso, los socios al día tendrán prioridad, y eso ya es todo un manifiesto que puede traer cola.

Se dirá que la prueba de hace algunos días en el partido de la Selección con Bolivia salió bien, que ello debió obrar como disparador. Pero aquello fue otra cosa. No es lo mismo alentar al equipo nacional que a los colores favoritos. Hay entre ambos ambientes años luz de distancia.

Mientras esto ocurre, cada vez se ve una mayor presencia de “allegados” en las canchas. Situaciones insólitas se están dando con ese tema. Es una máscara impropia para las normativas sanitarias imperantes y una falta de respeto también para el grueso de los socios que están al día con sus cuotas.

Otro punto es el esfuerzo para mantenerse en pie que hacen los clubes que no tienen el poder económico de los grandes. A sus arcas ingresa poco (o ningún) dinero por televisión y sponsors; tienen entonces en la venta de entradas y en el aporte de su masa societaria un salvoconducto.

Se dice que en el primer fin de semana de octubre volverá a haber gente en los estadios. Se dice. Pero es ver para creer.

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