Golf: “Pondré ladrillo a ladrillo”

Golf: “Pondré ladrillo a ladrillo”

Martín Contini, instalado en EE.UU., y una meta a tono con su forma de ser y con su juego.

EN TUCUMÁN. Martín Contini terminó 4° en el Abierto del Norte, torneo que llegó a liderar en las dos primeras jornadas. EN TUCUMÁN. Martín Contini terminó 4° en el Abierto del Norte, torneo que llegó a liderar en las dos primeras jornadas.

Que otro tucumano, profesional del golf, llegue a EE.UU., no sucede todos los días. La historia toma mayor trascendencia si uno encuentra que detrás de este viaje hay una historia de sacrificio y dedicación, como la que protagonizó en los últimos tiempos Martín Contini, hoy de 26 años. “Me quedo al menos hasta diciembre seguro. Después veré cómo sigue esta experiencia” contó el golfista, que se instaló en el alojamiento de una academia de Orlando, en el estado de Florida.

Martín se fue el lunes 13 de septiembre a la noche. A Orlando llegó a las 14 del martes. De tan concentrado que está su objetivo, apenas almorzó pasó a jugar 18 hoyos. “No hay que perder tiempo”, aseguró.

- ¿Cómo te llega esta oportunidad?

- Estaba jugando un torneo en Buenos Aires, me llamaron y me la ofrecieron.

 - ¿Qué sabés del golf estadounidense?

- Estuvo algunas veces en EE.UU., no instalado, pero sí jugando. Me gustó mucho, sobre todo la competencia. Es mucha y muy buena. Nosotros solemos hablar mucho del golf europeo, pero yo prefiero el estadounidense. Las canchas que conocí por haberlas transitado me hicieron sentir cómodo.

La idea de Contini es jugar la Escuela del Korn Ferry Tour y la Escuela del PGA Latinoamericano y, si se puede, la final del DEV Series. Además, todo torneo que vaya apareciendo en el medio. Antes de viajar, concretó un gran Abierto del Norte en Alpa Sumaj. Terminó 4°. Su papá, Roberto, contó un detalle de esa participación. “Días antes del torneo, me dijo que si no lo ganaba, estaría entre los cinco primeros”, dijo. Ese rendimiento de Contini tuvo directa incidencia con un hecho puntual que sucedió semanas antes, que también su papá reveló. “César Monasterio, su profesor, me contó que le estaba pegando muy bien a la pelota, que tenía margen para mejorar. Y fue el propio Martín el que me dijo en qué estaba fallando: en no seguir estrictamente la rutina de golpes. Debía responder a la secuencia y así lo hizo. Con eso, terminó ganando una de las etapas del Cabrera Tour”.

- ¿Cuál es el concepto de juego?

- La idea es que ir tiro a tiro, golpe a golpe, y que no afecte al juego si me está yendo bien, o mal. Que la vuelta se vaya armando, no por el resultado de cada hoyo, sino por el compromiso con cada tiro.

- ¿Sentís que la experiencia que tuviste hace algún tiempo en España te ayudará en la adaptación?

- Sí, eso me ayudó un poco para ir preparándome en esto de estar lejos de casa y de mi gente. Lo que estoy viviendo es eso para lo cual uno se sacrifica en función de sus sueños. Esto es lo que elegí. Son sacrificios necesarios.

- ¿Algún plan en especial en EE.UU.?

- Trataré de sacar el fruto de esta experiencia en el día a día. No quiero pensar más allá de eso. Tengo mis objetivos y torneos por jugar, pero no quiero mirar más allá de donde debo hacerlo. En base a eso veré cómo se sigue armando el camino. Pondré ladrillo a ladrillo.

- ¿En qué etapa de tu carrera llega esta oportunidad?

- Como golfista me siento bien, más maduro. No estoy pegando mejor que antes, ni metiendo ni haciendo cosas distintas. Pero estoy pudiendo hacer más.

- Entonces, ¿crecer es posible?

- Creo que me está dando el cuero para crecer. Es algo que me decían, pero que yo no terminaba de darme cuenta. Un poco por esa madurez que siento es que las cosas me están saliendo.

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