Red de trata: “Soy libre en una jaula abierta”

Red de trata: “Soy libre en una jaula abierta”

Algunos de los fragmentos de la carta que leyó la testigo de identidad reservada

PENSATIVO. Gambandé espera que los jueces den a conocer el fallo. PENSATIVO. Gambandé espera que los jueces den a conocer el fallo.
16 Septiembre 2021

“Vos sos un pobre verdulero que se convirtió en un empresario exitoso con las violaciones reiteradas de nuestros cuerpos. Con tan solo saber hoy en día cuanto sale una propiedad de las que adquiriste, me hace temblar saber cuántas violaciones y torturas tuve que soportar para que vos te sientas tan orgulloso de ser quien decís ser, para mí sos un torturador prostituyente”. Esa es tan solo una de las parte de la carta que leyó la víctima de identidad reservada antes de que Luis Roberto Gambandé fuera condenado por la Justicia Federal.

Ese fue uno de los momentos más duros de todas las audiencias. Todas las parte escucharon atentamente lo que la mujer quería decir. “Me convenciste de que lo que me hacías era trabajo, y quizás mi cabeza lo acepto para no sentirme sucia e indigna, porque viví 16 años avergonzada inventando trabajos que jamás tuve”, leyó. “Me robaste el poder educarme, y me desvalorizaste tanto que después de haber salido del infierno lloraba con ataques de pánico creyéndome incapaz de poder realizar cualquier otro trabajo”.

La testigo, en esa carta, también contó los detalles de su vida. “Con 16 años llegue a Tucumán, venia de Salta, que todavía era un pueblo... Deslumbrada por tanta gente diversa y con otro ritmo de vida, luces, pub, boliches; todo desconocido para mí. Pero tuve la desgracia de conocer a dos demonios con distintas características, Ángel Ale y vos”, señaló.

“Vi llorar a mis hijos de hambre miles de veces o tuve que salir a vender mi cuerpo por remedios mientras vos te dabas todos los lujos, siendo madre por horas y dejando la crianza de mis hijos en manos de mi hermano para que puedan criarse en un ambiente lejos de la violencia y la perversidad”, agregó.

La mujer también detalló los cambios en su vida. “Hoy con 40 años puedo decir que soy libre, en una jaula abierta de la que no me animo a salir. Cargando con cada secuela que quedó en mi cuerpo y en mi psiquis, y sí, eso también lo hiciste vos. Y si bien hace siete años que salí del infierno que me sometiste, todos los días es una lucha conmigo misma para destruir esa prostituta que hiciste de mí”, destacó con la voz entrecortada.

“Mis hijos lucharon como verdaderos guerreros, sin saber por qué eligieron acompañar a su mama, y tan solo Dios sabe todo lo que aguantaron con vos en mi vida y después con el Estado. Pero nada de eso los derrumbo; hoy uno está estudiando con excelentes notas y otra es cuadro de honor por sus estudios. Tienen la capacidad de transformar toda tu perversidad y maldad en futuro y lucha. Hoy terminé mi secundario y con 10, una oportunidad que jamás pude tener a tu lado: saberme capaz de que todo lo que me proponga lo puedo lograr”, concluyó.

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