16 Septiembre 2021
EXPLICACIONES. Omar De Felippe tiene un gran desafío por delante el sábado. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Daniel Alfredo Coronel
LG DEPORTIVA
En los tiempos actuales, no hay mucho lugar para los lamentos. Atlético ya tiene en vista recibir a Boca, sin importar si el equipo de Sebastián Battaglia pisará el “José Fierro” como un equipo protagonista. La obligación otra vez recaerá sobre las espaldas de los tucumanos. “Analizaremos rendimientos, situaciones, siempre tratamos de cambiar lo menos posible, veremos cuál es el mejor equipo para poner. Y esperaremos a ver cuáles son los chicos que se recuperan. Dio la sensación de que nos faltan jugadores que son fundamentales, esta es la realidad. Uno a veces no quiere pensar eso, pero viendo cómo fue el partido ante Central Córdoba, nos damos cuenta de que hay jugadores que no nos pueden faltar. Eso también tenemos que buscar, que todos se sientan parte”. Ese fue el análisis de Omar De Felippe, a días de que el “Decano” reciba al “Xeneize” en casa y a poco de caer en su visita a “CC”, en Santiago del Estero.
Teniendo en cuenta que en los santiagueños era la presentación de Sergio Rondina en el banco de suplentes, “ODF” avisó durante la semana que las referencias que iba a tener sobre el esquema y los futbolistas iban a ser pocas. Ese iba a ser un problema a la hora de pensar en lo que el rival iba a proponer y pareciera ser que fue suficiente para que la balanza del partido se incline hacia el lado de los locales. “Trabajamos variantes dependiendo lo que propone el rival, me preguntaron si había planteado mal el partido, yo creo que no. Si estábamos cortos entre líneas no iba a haber problemas, pero nos pusieron un mediapunta que nos jugaba a espaldas del doble cinco. Hay situaciones que explicás, pero que después en el partido no podés manejar. En el desarrollo lo detectamos, por eso retrasamos a Bustos y ahí tuvimos mejor juego aunque nos faltó en los últimos metros”, dijo el DT, todavía fastidioso por el partido que perdió.
Ya en el primer tiempo Luciano Castillo, ayudante de Rondina, que estaba ubicado en zona de plateas, le comunicaba a Facundo Gareca (otro asistente de “Huevo”) que con el 4-3-3 que proponía Atlético, serían beneficiados. “Tenemos que seguir aprovechando las espaldas del cinco, hay espacio ahí. Tranquilo que estamos bien”, fueron las palabras que repitió varias veces Castillo.
En ese juego casi de ajedrez, propuesto por técnicos, “ODF” descubrió que si retrasaba a Bustos podría controlar la situación, pero al acomodar las piezas en el fondo, el equipo sufrió adelante.
“Esto es un caso de manta corta. Esto se está viendo ahora, solucionás una cosa y tenés problemas en otro lado, hay que tener un poquito más de gusto por el juego y ser más agresivos para lastimar al rival”, enunció “ODF” en lo que fue casi un reto para los suyos.
Pocos minutos le bastaron a Lucas Melano para abrir un partido que hasta ese momento se había jugado sin arcos. “Más que Melano, lo importante fue dónde llegó la pelota para que sean goles. Después lo podría haber hecho él, un compañero de él o nosotros en contra. Hay pelotas que no tienen que llegar a ciertos lugares porque son para cualquiera y en estos casos la ventaja siempre es para el que ataca”, se lamentó De Felippe.
Otra vez, como contra Sarmiento, Arsenal, Aldosivi y Gimnasia, Atlético pierde puntos por no saber convertirse en un equipo protagonista. “Sí, es verdad, cuando el rival es el que propone el equipo se siente más cómodo. Creo que eso es histórico para Atlético. Nos cuesta, no tenemos esa lucidez para mover rápido la pelota para encontrar los espacios. Somos un equipo cuando empezamos ganando y somos otro cuando nos meten un gol. Eso hay que corregir y lleva mucho de convencimiento”, explicó el entrenador.
El sábado, él y sus dirigidos tienen la oportunidad de olvidarse del mal trago.
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