12 Septiembre 2021
TIEMPO DE CALIDAD. Buscar momentos cotidianos entre padres e hijos es relevante para construir el diálogo.
“Nunca vamos a terminar de entender todo su lenguaje si no intentamos conocer su mundo. Llegan muchas consultas al consultorio de papás que dicen que sus hijos no les hablan; aquí hay que entender que ese diálogo no es que aparece de repente en la adolescencia, sino que se lo va construyendo desde la infancia y es un trabajo diario”, apunta la psicóloga Lucila Ale.
¿Cómo lo construimos? Involucrándonos. ¿Cómo estás?, ¿qué tal tu día?, ¿te puedo acompañar? son algunas de las preguntas que deberían ser parte de la rutina. “Entiendo que los papás trabajan, pero hay que intentar que el poco tiempo que pasen juntos a sus hijos sea de calidad. Tener la cena entre todos, buscar un tiempo donde le aseguren al adolescente una escucha activa y asertiva y en el que no estén con el celular o haciendo otra cosa”, propone como algunas de las opciones posibles.
Cambiar el discurso
Para mejorar la comunicación es fundamental liberarse de prejuicios y procurar hacer el esfuerzo más honesto de escuchar para entender. “Hay muchas veces que los adolescentes marcan una distancia porque la mirada que el adulto es crítica, de control o incluso desde el menosprecio a sus actividades”, advierte Alina Roldán.
“Entonces aquí radica la importancia de darles espacio para que ellos se muestren cómo son y con eso empecemos a entender las palabras que usan”, señala. Explica que si se genera un espacio de confianza uno puede preguntar: ¿qué significa este término?, ¿en dónde se lo usa?, ¿qué significa para vos?, “Pero siempre hay que hacerlo desde el lado del deseo de involucrarse y no desde un grado de par, sino para conocer más su cotidianeidad, y sin cuestionamiento o críticas respecto de cómo hablan”, resume.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
